La defensa final de España para el gran negocio de su submarino vigilado por las superpotencias
Los requisitos que deben reunir estos buques son: el sigilo, la letalidad, la persistencia y la capacidad de despliegue.
El Gobierno de Canadá quiere hacerse con nuevos submarinos para renovar su anticuada flota y seguir manteniendo la soberanía en el Océano Ártico. Entre las posibles empresas internacionales interesadas en proporcionar estos 12 buques al país, se encuentra Navantia y sus S-80 Plus.
El lunes, el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, resaltó las "cualidades técnicas y tecnológicas" de estos buques en una visita al país norteamericano, que hizo de la mano de representantes de la empresa española. Aun así, el país aún no ha decidido qué empresa abastecerá finalmente a su ejército de estos botes.
Por su parte, el ministro de Defensa de Canadá, Bill Blair, ha señalado que su intención es que el contrato de construcción de las embarcaciones se firme antes de 2028 y que las entregas de las unidades se inicien en 2035.
Fue en julio, durante la Cumbre de la OTAN en Washington, cuando Canadá aprovechó para anunciar oficialmente su intención de renovar y ampliar la flota de submarinos, "a fin de permitir que Canadá detecte y disuada las amenazas y controle nuestros accesos marítimos".
"Asumimos este compromiso porque la flota actual de Canadá, compuesta por cuatro submarinos de la clase Victoria, se está volviendo cada vez más obsoleta y costosa de mantener", explicó entonces Blair.
Según informó el gobierno del país norteamericano, los requisitos que deben reunir los futuros submarinos de Canadá serán el sigilo, la letalidad, la persistencia y la capacidad de despliegue en el Ártico, lo que significa que el submarino debe tener un alcance y una resistencia extendidos.
"La nueva flota deberá ofrecer una combinación única de estos requisitos para garantizar que el ejército pueda detectar, rastrear, disuadir y, de ser necesario, derrotar a los adversarios en los tres océanos de Canadá", aseguró el ministro ante los miembros de la OTAN.
La apuesta por los S-80 Plus coloca a Navantia en una posición de liderazgo internacional, al haber alcanzado la capacidad de diseño de submarinos. Esta distinción solo la poseen una decena de países.
