La DANA en España: las redes sociales se llenan de mensajes desesperados de auxilio
Mensajes desesperados en redes alertan de gente atrapada por el agua en Valencia: "Estoy en medio de un mar, ¡no hay nada!"
La DANA que ha dejado varios muertos en Valencia y al menos siete desaparecidos en la provincia y en Albacete, ha dejado también escenas verdaderamente dramáticas, donde vecinos y trabajadores atrapados en las inundaciones, han recurrido otra vez a las redes sociales para pedir ayuda mientras el nivel del agua causaba estragos en la región.
Los mensajes y vídeos, algunos grabados en instantes de verdadera angustia, reflejan el impacto que han tenido las lluvias torrenciales caídas este martes en municipios como los de Utiel y Requena, en el interior de la provincia de Valencia, en Xirivella y Alaquàs o en localidades como Sedaví, Paiporta, el polígono de Riba-roja de Túria y Alfafar, donde las precipitaciones han colapsado infraestructuras, aislado zonas y bloqueado carreteras.
En Sedaví, en la comarca la Huerta Sur, la crecida del agua ha dejado atrapado a varios conductores en sus coches. Un vecino grabó la escena: en las imágenes, se observan varios vehículos con las luces encendidas, rodeados por completo de agua. "Se está oyendo a gente gritar. Yo creo que hay gente dentro de los coches", describe el hombre mientras se escucha el claxon de un coche atrapado. En el vídeo también se observa a un hombre dentro de un vehículo, inmovilizado y con su teléfono encendido, mientras el vecino comenta: "No puede abrir la puerta". La avenida principal de Sedaví ha quedado totalmente a oscuras: "Esto es una locura. Es lo que queda de la avenida”, añade.
A solo unos kilómetros, en Paiporta, otra situación límite ha quedado registrada en las redes sociales. Una mujer, fuera de su coche, envió mensajes a una amiga describiendo cómo se aferraba a una planta para no ser arrastrada por la corriente. "Es como estar en medio del mar, ¡no hay nada!", exclamaba en su mensaje de ayuda, solicitando el rescate por los servicios de emergencia. Horas después, la misma amiga informaba de que la joven ya había sido rescatada.
La situación en Riba-roja de Túria es especialmente delicada en el polígono industrial, donde una tromba de agua ha dejado aislados a numerosos trabajadores a lo largo de la tarde. Robert Raga, alcalde del municpio valenciano, ha descrito la situación como “muy extrema”, asegurando que el agua subió metro y medio en minutos, atrapando a los empleados en varios polígonos, donde se encuentran unas 1.400 empresas.
Entre los confinados, unas 40 personas quedaron atrapadas en el plató del programa de televisión A la saca, de À Punt, y tuvieron que pasar la noche allí. Según el alcalde, aunque el nivel del agua comenzó a bajar durante la noche, la salida del municipio continuaba bloqueada y las autoridades apelaban a la prudencia.
En Alfafar, unas cien personas quedaron atrapadas en el centro comercial MN4, cuando los sótanos del aparcamiento se inundaron en menos de una hora. Antonio Martí, director del grupo propietario, ha explicado que el centro no había recibido ninguna alerta previa y que la acumulación de agua fue repentina, alcanzando en la planta baja hasta tres metros de altura y rompiendo escaparates. “Se han vivido momentos iniciales de histeria, pero poco a poco nos hemos organizado y hemos decidido trasladar a todas las personas atrapadas a los cines, ubicados en la tercera planta”, indicó Martí. Entre los rescatados se encontraba una mujer con sus dos hijos, uno de ellos un bebé, que había quedado atrapada en el estacionamiento. El personal del centro habilitó las butacas y suministró alimentos para que los afectados pasaran la noche con la mayor comodidad posible.
El temporal ha dejado huella en la provincia de Valencia, donde decenas de ciudadanos permanecen refugiados mientras las autoridades evalúan los daños y monitorean el descenso del nivel del agua. Con infraestructuras colapsadas, barrancos desbordados y carreteras bloqueadas, decenas de personas han pasado la noche en el complejo municipal La Petxina, el primero de los centros que ha habilitado el Ayuntamiento de València ante los desalojos que se han producido en algunas pedanías de una ciudad que ha visto también cómo se inundaban algunos de sus barrios periféricos de la zona sur.