La curiosa técnica 'egipcia' para dormir fresquetes en plena ola de calor de España

La curiosa técnica 'egipcia' para dormir fresquetes en plena ola de calor de España

Una solución efectiva para combatir las noches de calor extremo.

Una mujer durmiendo en una imagen de archivo.Getty Images

Durante el verano las altas temperaturas nocturnas pueden dificultar el sueño y afectar negativamente a nuestro bienestar general. El calor no solo resulta incómodo, sino que también interfiere en la conciliación del sueño y la capacidad del cuerpo para descansar. Un sueño de calidad es fundamental para la salud física y mental, por lo que es de vital importancia buscar formas efectivas de mantenerse fresco cuando el sol cae durante estos meses calurosos.

¿Cuándo se considera una noche calurosa? Existen diferentes términos en función de la temperatura que reside en el ambiente al ponerse el sol. Hablamos de noches tropicales cuando el termómetro no baja de los 20ºC, noches ecuatoriales cuando hay más de 25ºC y, finalmente, son infernales cuando se superan los 30ºC.

Unos pocos afortunados tienen instalado aire acondicionado u otros sistemas de climatización en sus habitaciones, disfrutando de un ambiente fresco que mejora significativamente el confort nocturno. Otros muchos optan por dormir al lado de ventiladores o humificadores, una alternativa más económica que puede ayudar a sobrellevar las altas temperaturas. Sin embargo, existe una técnica al alcance de todo el mundo que promete ayudar en estos casos extremos.

Un método singular

Mediante el estudio de datos de la National Sleep Fundation de Estados Unidos, la fundación Sleep.org recomienda poner en práctica un inusual método egipcio que ayuda a dormir bien en noches de mucho calor. Para ello se deben utilizar sábanas húmedas y frías en la cama. Por muy descabellado que parezca, esto ayuda a bajar la temperatura de tu cuerpo y proporciona un estado de relajación que facilita la conciliación del sueño.

Antes de meterte en la cama, debes mojar la sábana con agua fría. Debe estar húmeda, pero no empapada, por lo que es importante escurrir el exceso de agua para que no gotee, simplemente hasta que queden frescas y lo suficientemente húmedas. A continuación, se tiene que hacer la cama con estas sábanas recién mojadas y tumbarse sobre ellas, disfrutando de la sensación de frescor que notará nuestro cuerpo al primer tacto con la tela.

Si te preocupa mojar demasiado la cama este método también se puede aplicar sobre toallas húmedas. Una compresa helada o trapos mojados son otras de las alternativas efectivas que permiten disfrutar de una noche fresca mientras protegemos nuestro colchón. Para maximizar el efecto de enfriamiento es importante que la habitación tenga buena ventilación, por lo que mantener las ventanas abiertas puede ayudar a generar esa sensación de frescura.