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La bestia del Ejército toma las calles de Valencia

La bestia del Ejército toma las calles de Valencia

La sorprendente eficacia del vehículo blindado de recuperación Centauro tras la catástrofe causada por la DANA.

El blindado Centauro de Recuperación, en Valencia.EJÉRCITO DE TIERRA

La reciente DANA que azotó Valencia ha dejado un balance trágico de más de 200 muertos y una destrucción sin precedentes. Para hacer frente a la emergencia, las Fuerzas Armadas han movilizado numerosos recursos, incluidos helicópteros Chinook, excavadoras y vehículos de transporte pesado. Sin embargo, uno de los elementos más llamativos ha sido el despliegue del vehículo de recuperación Centauro, una auténtica “bestia” del Ejército de Tierra.

El Centauro, operado por el Grupo de Caballería Ligero Acorazado Sagunto I, forma parte del Regimiento de Caballería Lusitania nº 8, con base en Marines, Valencia. Este blindado, de los pocos de su tipo activos en España, ha sido esencial para despejar obstáculos y recuperar vehículos arrastrados por la fuerza de las aguas.

Concebido inicialmente para misiones de combate y reconocimiento, el Centauro ha sido modificado para tareas de recuperación. En lugar de la torreta con cañón que caracteriza su versión de combate, incorpora una hoja empujadora, cabrestantes y grúas. Estas herramientas lo convierten en un recurso invaluable en desastres naturales, mientras mantiene su capacidad de defensa con dos ametralladoras.

El blindado, de 8,5 metros de longitud y con un motor diésel de 520 caballos, alcanza una velocidad máxima de 105 km/h. Su robustez y versatilidad permiten retirar maquinaria pesada, despejar carreteras bloqueadas y garantizar el acceso de las unidades de rescate.

El Ejército de Tierra incorporó el Centauro tras un riguroso proceso de selección que comenzó en 1984. La intención inicial era dotar al Regimiento de Caballería Lusitania con un blindado de ruedas apto para misiones de reconocimiento. El contrato original de 1999 incluyó 22 unidades, seguido por la adquisición de otras 62 y cuatro versiones especializadas para recuperación, como la desplegada en Valencia.

La participación del Regimiento de Caballería Lusitania en las labores de ayuda tiene un profundo simbolismo. Este mismo regimiento ya prestó apoyo a la ciudad tras la devastadora riada de 1957. Su intervención actual, marcada por su proximidad y capacidad de respuesta, ha sido crucial para minimizar los daños y restaurar la movilidad en las zonas afectadas.