Hito histórico con el súper submarino español
La construcción del S-82 en la atarazana de Cartagena alcanza una etapa crucial.
El programa de submarinos S-80, una colaboración entre Navantia y la Armada Española, acaba de alcanzar un hito significativo del proyecto con el cierre del casco resistente del submarino S-82 Narciso Monturiol, el segundo de los cuatro que el Ministerio de Defensa ha encargado al astillero de Cartagena (Murcia) para el Ejército.
El avance, fundamental en la construcción de cualquier sumergible y en el que se logra la unión de todas las secciones principales del submarino, lo que permite que el S-82 se reconozca como una nave completa tuvo lugar, según La Razón, durante un acto interno celebrado en junio en el astillero cartaginés. Ahora, el trabajo en las gradas de Navantia se centra en preparar el batiscafo para la puesta a flote, aunque todavía quedan algunas etapas cruciales por superarse.
Ahora, los trabajadores de Navantia seguirán un proceso reglado y formal que incluye la superación de varias pruebas de seguridad. La primera, la puesta en tensión, donde el submarino comenzará a recibir corriente en sus cuadros principales. Luego, se procederá al embarque de baterías, lo que permitirá al submarino generar su propia energía. Por último, el proceso culminará con la puesta a flote, trasladando el submarino al muelle de armamento para iniciar las pruebas de puerto. Aún no hay una fecha oficial para esto.
El S-82 Narciso Monturiol es un submarino oceánico de nueva generación, diseñado y construido íntegramente en España. Su sistema de propulsión, de tercera generación, utiliza bioetanol para producir hidrógeno, que luego reacciona con oxígeno en una pila de combustible para generar electricidad. Este sistema, permite al submarino permanecer sumergido hasta tres semanas, lo que aumenta su invisibilidad ante los radares.
El sumergible, altamente automatizado, requiere de una tripulación reducida: unos 32 marinos a los que se le pueden unir 8 más, las plazas adicionales que tiene el submarino. Con una longitud de aproximadamente 80 metros y un peso de 3.000 toneladas, el S-82 puede alcanzar una velocidad en inmersión superior a los 19 nudos y sumergirse a una profundidad que supera los 300 metros. Además, está equipado con un sistema de combate avanzado que permite el lanzamiento de misiles tácticos de ataque a tierra, lo que le confiere una capacidad única entre los submarinos que tiene la OTAN y la UE.
El primer submarino de esta serie, el S-81 Isaac Peral, fue entregado a la Armada en noviembre de 2023 y actualmente está sometido a rigurosas pruebas de mar. Se espera que entre en servicio en 2025. El programa S-80, que incluye 4 unidades, representa el mayor desafío industrial y tecnológico de la industria de defensa en España, lo que pone de manifiesta la capacidad nacional para diseñar y construir submarinos avanzados sin dependencias de la industria armamentística de otros países.