He estado en más de 200 cruceros y hay algo de los yates que lleva agotando mi paciencia desde hace 34 años
Se creen los reyes del mar.

Sami Pitkämö es un músico finlandés que lleva décadas viajando en cruceros tocando. Según dice, ha hecho más de 200 viajes a lo largo de su carrera y hay algo que no le gusta. Y no tiene tanto que ver con los cruceros sino con los yates, donde también ha trabajado en diferentes ocasiones. Para el músico, no solo hay una diferencia de tamaño o lujo entre los cruceros y los yates, sino entre el comportamiento.
Según dice, en el mundo de los yates reina un individualismo atroz, en el que los propietarios de los yates se creen los reyes del mar. Pitkämö cuenta cómo con frecuencia los yates bloquean accesos a puertos concurridos, anclan en zonas restringidas. En definitiva, les importa bien poco las normas marítimas o el impacto medioambiental que puedan generar, relata en Kotiliese.
Para el músico, los yates son una fuente de frustración. La diferente mentalidad entre los viajeros en yates y cruceros le incomoda. Mientras los segundos tratan de disfrutar de la experiencia compartida, los primeros, con su comportamiento egoísta, representan un riesgo para sí mismos, para la fauna y para el resto de navegantes.
El músico confía en que con el tiempo se promueva una mayor conciencia sobre la importancia de la convivencia en el mar, desde los tripulantes de grandes barcos hasta los que quieren la privacidad o el lujo de un yate.