Harvard desvela los tres acontecimientos de tu vida que provocan el repentino envejecimiento
Según un estudio de la prestigiosa universidad.
El envejecimiento es un proceso natural por el que todos pasaremos. No obstante, hay determinados momentos en la vida de una persona en los que las consecuencias de la edad pueden acelerarse. Prueba de ello es el reciente estudio científico realizado por investigadores de la Universidad de Harvard, del que se ha hecho eco el portal 65yMás.
El trabajo publicado en The Harvard Gazette, pone la lupa sobre la diferencia entre la edad cronológica y la edad biológica. La primera es la que acumula el organismo con el paso de los años y la segunda alude a la serie de factores y hábitos de una persona que pueden acelerar o incluso revertir en parte el proceso de envejecimiento.
Tal y como expone el citado digital, en el estudio se citan tres momentos, situaciones o acciones clave en la vida de una personas que pueden influir en gran medida en la aceleración del envejecimiento.
¿Cuáles son los tres momentos o situaciones que aceleran el envejecimiento?
En este sentido, los tres grandes factores recogidos en el estudio de Harvard se corresponden con el sometimiento a una cirugía, el embarazo y el coronavirus. En el caso de la COVID-19 hay que destacar que si se ha superado la enfermedad, dicha aceleración del envejecimiento puede revertirse.
"Tradicionalmente, se ha pensado que la edad biológica solo sube y sube, pero planteamos la hipótesis de que en realidad es mucho más dinámica", señala Jesse Poganik de la División de Genética de Brigham y uno de los autores del trabajo.
Así, también entran en juego cuestiones muy comunes como el estrés. "El estrés grave puede hacer que la edad biológica aumente, pero si ese estrés es de corta duración, los signos del envejecimiento biológico se pueden revertir", apunta.
De esta forma, durante la investigación los expertos evaluaron situaciones que causan estrés fisiológico severo, analizando muestras sanguíneas de pacientes mayores que pasaron por una cirugía de emergencia, recabadas días después de la intervención y poco antes de recibir el alta. Siguieron un proceso similar con ratones, mujeres embarazas y pacientes de coronavirus ingresados en cuidados intensivos.
Mediante lo conocido como "relojes biológicos" pudieron comprobar el estado de salud de las células midiendo niveles de "metilación del ADN" con el objetivo de comprobar si el riesgo de morbilidad y mortalidad había aumentado. En los tres casos, comprobaron que volvían a índices anteriores reduciendo su edad biológica (tras el parto, tras superar la enfermedad y tras la recuperación médica; según cada caso). Sin embargo, no todos los sujetos participantes se recuperan al mismo ritmo.
"Nuestros hallazgos desafían el concepto de que la edad biológica solo puede aumentar a lo largo de la vida de una persona y sugieren que puede ser posible identificar intervenciones que podrían ralentizar o incluso revertir parcialmente la edad biológica", aseguró Vadim Gladyshev, de la División de Genética de Brigham y otro de los autores principales del trabajo.