Golpe maestro a la guerra de las sombrillas en las playas de Granada

Golpe maestro a la guerra de las sombrillas en las playas de Granada

El Ayuntamiento de Almuñécar, situado en la costa de Granada, ha puesto en marcha a principios de agosto una campaña informativa en la que se revisan las sombrillas.

Aluvión de sombrillasGetty Images

El Ayuntamiento de Almuñécar, situado en la costa de Granada, ha puesto en marcha a principios de agosto una campaña informativa en la que se revisan las sombrillas y otros objetos que se encuentran desocupados o abandonados, principalmente en las primeras líneas de las playas más concurridas. A través de un adhesivo, se recuerda que no se permite reservar sitio, advirtiendo que, de lo contrario, podrían ser retirados.

Dentro de las competencias municipales, que no contemplan la capacidad de sancionar este tipo de conductas en la costa, las pegatinas han surtido un efecto disuasorio tras las quejas de vecinos que observaron, a inicios de este mes, cómo en playas como Velilla y La Herradura se repetía esta práctica. Sin embargo, según informaron fuentes del Ayuntamiento de Almuñécar a Europa Press, la situación se ha controlado en las semanas posteriores, sin que haya sido necesario retirar ninguna sombrilla.

Este fenómeno, comúnmente conocido como la "guerra de sombrillas", una práctica en la que algunas familias reservan su lugar desde primera hora de la mañana para disfrutar de la playa más tarde, no ha llegado a establecerse este verano en Almuñécar. Mientras tanto, en Motril, también ubicada en la Costa Tropical, no se ha presentado este problema debido a la mayor extensión de su litoral, según explicaron fuentes del Ayuntamiento motrileño a Europa Press.

Hace aproximadamente una década, en Almuñécar, esta costumbre alcanzó tal nivel de popularidad que, según las mismas fuentes municipales, muchas personas, principalmente turistas, dejaban sus sombrillas en manos de los porteros de los edificios, quienes, alrededor de las 7:00 horas, las colocaban en la playa, en lo que parecía un servicio comunitario más.

El Ayuntamiento estudió la situación y concluyó que las medidas disuasorias podían implementarse dentro de las competencias de limpieza de las playas que tienen los municipios, según informaron las fuentes municipales mencionadas.

De esta forma, los operativos del Ayuntamiento podían retirar sombrillas y sillas de playa "alegando abandono", tras emitir el correspondiente aviso, y trasladarlas a la oficina de objetos perdidos. En muchos casos, los propietarios ni siquiera podían recuperarlas al no poder demostrar su propiedad. Gradualmente, esta extendida costumbre fue disminuyendo hasta convertirse en algo puntual.

En este contexto, el verano pasado, ante un repunte del problema, se reactivó la campaña de pegatinas disuasorias. La concejala de Medio Ambiente, Playas y Comercio de Almuñécar, Lucía González, explicó que, en base a un bando emitido por el alcalde, Juanjo Ruiz Joya, el Ayuntamiento elaboró y distribuyó pegatinas de aviso que hacían referencia a este decreto oficial, aún en vigor.

Se trataba de una iniciativa orientada a implementar "medidas drásticas para poner fin a la común práctica de los veraneantes de colocar la sombrilla a primera hora y dejarla desatendida durante toda la mañana, o abandonarla a mediodía para regresar por la tarde", señaló la concejala. Además, subrayó que "los abusos no se pueden ni deben tolerar, ya que hay espacio suficiente en la playa para todos".