El mejor gladiador del Imperio Romano fue hispano y se le ofreció un honor mayor que en 'Gladiator'
Aprovechando el estreno de la película 'Gladiator II', te contamos la historia del gladiador hispano Borea.
Este fin de semana los fans de la Antigua Roma están de enhorabuena con el estreno de 'Gladiator II', la esperada secuela de la historia de Maximus. Regresa Ridley Scott en la dirección y contamos con un reparto totalmente nuevo para contar la historia de Lucius: Paul Mescal, Denzel Washington, Connie Nielsen, Pedro Pascal... Aunque la película está cosechando buenas críticas, nos da algo de pena que Scott haya desaprovechado la oportunidad de adaptar las aventuras del mejor gladiador, proviniente de la Península Ibérica, tal y como recoge Jesús M. López de Uribe en ElDiario.
Borea, así se llama el destacado gladiador hispano que ha sido reconocido como el más insigne del Imperio Romano en toda su historia. Su legado de grandeza perdura hasta nuestros días gracias a una tésera exhibida en el Museo Arqueológico Nacional. Esta tésera, elaborada en bronce, material de alta distinción para su confección, constituye una pieza única entre las 107 que han llegado hasta nuestros días.
Una tésera, palabra derivada del término latino tessera, era un objeto confeccionado con materiales como madera, marfil o, más frecuentemente, metales como el hierro y el bronce. Estas piezas solían tener formas y perfiles diversos, aunque el diseño más habitual era una lámina plana que podía llevar inscripciones en una o varias de sus caras.
En la antigüedad, las téseras se empleaban como herramientas de identificación y símbolos de confianza. Su uso abarcaba funciones como contraseñas, distintivos de honor, signos de pactos, sellos que certificaban amistades, documentos de reparto de terrenos, contratos, concesión de derechos o servicios, e incluso permisos para el paso o el pastoreo en territorios concretos.
Gracias a la tésera, se ha podido reconstruir parte del pasado de Borea. Se sabe que este valiente gladiador era natural de una localidad cercana a la actual La Bañeza, en la provincia de León, y que desarrolló su carrera en la arena durante el reinado del Emperador Nerón.
En los juegos de la Antigua Roma, conocidos como Ludi, Borea desempeñaba el papel de provocator, término que en latín significa "provocador". Los provocatores, un tipo particular de gladiadores, acostumbraban a abrir las jornadas de combate en los anfiteatros. Su equipamiento más distintivo incluía un casco con dos viseras, diseñado específicamente sin alas para evitar quedar atrapados en las redes de los retiarius, sus oponentes habituales, tal y como confirman varias representaciones históricas.
Otro elemento característico de estos gladiadores era el protector de pecho, conocido como cardiofílax (cardiophylax), que servía como una pieza adicional de defensa durante los enfrentamientos.
El nombre de Borea proporciona indicios sobre su estilo de lucha, probablemente caracterizado por su velocidad y agilidad. "Bóreas" es el nombre del viento del norte en latín, mientras que en asturleonés "Boria" significa "niebla" y "Boriada", "tormenta repentina". La combinación de estas palabras sugiere la posibilidad de que su nombre refleje la idea de "aquel que emerge de la niebla y golpea repentinamente".
En cualquier caso, Borea se retiró de la arena dejando un legado como uno de los más destacados gladiadores romanos de todos los tiempos.