Gana 500.000 euros en la lotería con 70 años y lo pierde todo en tan solo un minuto
Pero la historia de esta jubilada no se quedó ahí. El desenlace da para guion de película.
De película. Uno de los clásicos sucesos más repetidos con la lotería en todo el mundo ha dado pie a una historia digna de la gran pantalla. Se trata del caso de una jubilada italiana de 70 años que ganó la friolera de medio millón de euros en un rasca-gana, esas tarjetas que hay que rascar con una moneda o con la uña varias casillas para optar a un premio.
El escenario ha sido Nápoles, concretamente el estanco al que acudió esta señora para realizar la pertinente comprobación del premio -no el cobro, ese volumen de cantidades siempre se cobran en el banco-. Ocurrió lo que muchos pensarían que se le podría pasar por la cabeza al propietario del estanco pero nunca llegaría a hacer. Sí, cogió el billete a la septuagenaria y se esfumó. Pudo soñar con ser millonaria apenas un minuto.
Lógicamente, una vez dado el paso criminal -estamos hablando de un botín de 500.000 euros- optó por dar el siguiente paso obvio. Tratar de huir del país de la bota lo más rápido posible. Pero en ese transcurso los Carabinieri ya habían hecho sus trabajo y habían facilitado la información a los medios de comunicación identificando al ladrón y su estanco. En mitad de la fuga, entre la ciudad napolitana y la capital, Roma, ya había depositado el billete en un banco de Latina.
Además, esta historia daría para una suerte de coproducción italo-española, puesto que la intención de ese empresario era fugarse a territorio español. Pero no a cualquiera. Los profesionales de las fuerzas de seguridad del Estado lograron arrestarle antes de que pudiese embarcar en un vuelo a las Islas Canarias. Le pillaron en el aeropuerto de Roma-Fiumicino, muy cerca de lograr una escapada que valía medio millón de euros.
Billete devuelto a la anciana y adiós a la licencia del estanco
Además del proceso judicial que enfrentará este hombre por un intento de llevarse un premio medio millón de euros -un delito de hurto agravado-, la historia ya ha tenido un primer desenlace emotivo. Lo fundamental, que esta persona mayor pudo recuperar el billete que ella había ganado, a pesar de que el estanquero la acusó de calumnias alegando que era mentira.
Pero el dueño del estanco no solo se quedó sin el billete ganador, también recibió un serio varapalo económico. De la seriedad que conlleva perder la licencia de este rentable negocio, puesto que esta le fue suspendida de inmediato, ante los graves actos cometidos.