Existe una versión femenina del muñeco Michelín y se puede conocer en este pueblo de Murcia
Una curiosa figura redonda que llama cuanto menos la atención.
Seguro que todos hemos visto u oído hablar del mítico muñeco Michelín, ese simpático personaje hecho de neumáticos que ha sido símbolo de la marca durante décadas y ha acompañado a generaciones en carreteras de todo el mundo. Sin embargo, lo que muy poca gente sabe es que en Murcia han querido darle una vuelta de tuerca a este icónico personaje con la creación de una versión femenina y moderna.
En una innovadora iniciativa que busca promover la igualdad de género, la localidad de Ceutí inauguró lo que se conoce como la rotonda de ‘La Michelina’. Esta escultura es obra del artista madrileño Fernando Bellver y es una fusión entre el emblemático personaje de los neumáticos de la marca Michelín y la obra 'La reina Mariana de Austria', pintada por Diego Velázquez en el año 1652.
Este cóctel explosivo da como resultado una extraña figura redonda que llama cuanto menos la atención. Situada en la rotonda principal de la localidad, esta escultura ha servido durante años como punto de atracción para residentes y visitantes. Con su apariencia alegre y vibrante, la Michelina no solo rinde homenaje a su original, sino que también ha sido reinterpretado como un símbolo de diversidad de las mujeres en la sociedad actual.
Una compañera más
El proyecto también busca fomentar el turismo en la zona, promoviendo la rotonda como un lugar para fotografías y un espacio de encuentro. De esta forma, la Michelina se ha convertido en un símbolo de identidad local, atrayendo la atención de medios de comunicación y usuarios de las redes sociales, así como despertando el interés de visitantes que buscan descubrir esta original y vibrante representación.
Fernando Bellver, creador de esta curiosa escultura, es uno de los mejores exponentes artísticos y gráficos del panorama actual español. Y no es para menos, ya que en el año 2008 recibió el Premio Nacional de Arte Gráfico, un reconocimiento que avala su extensa trayectoria y calidad de su obra, caracterizada por su originalidad y su habilidad para conectar con el público, aunque a muchas de sus obras les cueste ganarse el cariño del público.
Concretamente, La Michelina es querida y odiada por muchos, no hay punto medio. Mientras algunos ven en ella una divertida reinterpretación de un logo popular, otros consideran que su aspecto poco convencional rompe con la estética tradicional del municipio. Sin embargo, esta diversidad de opiniones ha logrado exactamente lo que se buscaba: convertir a esta escultura en un tema de conversación que conecta Ceutí con el arte contemporáneo.