El examen de oposiciones para profesores de Lengua en Andalucía permite hasta nueve faltas de ortografía
Indignación por el baremo fijado en la convocatoria.
Chapar, estudiar, empollar son sinónimos, unos más coloquiales que otros, de lo que tienen que hacer miles y miles de opositores año tras año hasta conseguir su sueño.
Pero no siempre basta con hincar los codos.
Hay que cuidar lo que se dice y cómo se dice, porque una mala expresión puede dejarte fuera de la plaza. O incluso algún error ortográfico. Lo típico de "es que con las prisas" y en el examen se baila una 'v' por una 'b' o desaparece una 'h' por el camino.
Para tranquilidad de algunos y enfado de otros, el asunto de la ortografía pasa a ser cada vez más secundario. Pero lo visto este año en el examen para profesor de Lengua en Andalucía ya pasa de castaño a oscuro.
En las oposiciones de este fin de semana las normas permiten hasta nueve faltas. A la décima, el tribunal directamente pondría un cero al examinado, pero nueve es una cifra demasiado alta a juicio de los propios docentes de Lengua.
La convocatoria especifica las siguientes penalizaciones por faltas de ortografía: "Se distinguirán las incorrecciones cometidas por ausencia o errónea utilización de tildes y la ausencia o errónea utilización de grafías. Por tildes: se detraerán de la puntuación 0,2 puntos por cada tres ausencias o erróneas utilizaciones de tildes; los casos repetidos en la misma palabra se considerarán como un solo error. Si se detectasen 10 o más errores, se puntuará todo el examen con 0 puntos", recogen las bases citadas por el medio Cordópolis.
Misma historia con respecto a las faltas en las grafías. "Se detraerán de la puntuación 0,2 puntos por cada error; los casos repetidos en la misma palabra se considerarán como un solo error. Si se detectasen 10 o más errores, se puntuará todo el examen con 0 puntos”., añade el texto.
Estos baremos han indignado a la comunidad educativa, si bien se asume que, en unas oposiciones, perder 0,2, 0,4 o 0,6 puntos puede significar, directamente, perder la plaza.