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Estudian el ADN de un gladiador romano y el hallazgo cambia la historia de Europa

Estudian el ADN de un gladiador romano y el hallazgo cambia la historia de Europa

El soldado vivió en York (Inglaterra) entre los siglos II y IV.

Recreación de un gladiador romanoDALL-E

Importante descubrimiento genético. Un estudio de ADN practicado a un gladiador romano enterrado en la ciudad inglesa de York ha desvelado datos que cambian la historia de las oleadas migratorias en Europa, entre Escandinavia y el Reino Unido.

En concreto, el análisis genético de ese soldado romano ha revelado que el 25% de sus antepasados procedían de Escandinavia, algo que contradice el orden temporal de los desembarcos en Reino Unido que se daba por bueno hasta ahora.

Tal y como recoge el medio de comunicación italiano Libero Tecnología, esta investigación señala que antes de la llegada de los anglosajones o vikingos a Gran Bretaña, ya había personas descendientes de escandinavos en ese lugar de Europa.

Se estima que ese gladiador romano vivió en la ciudad amurallada de origen romano de York entre los siglos II y IV. El autor principal del estudio, Leo Speidel, ha destacado en relación a este análisis genético que “la ascendencia que creíamos que había llegado con los anglosajones quizá ya estaba presente en algunas partes”.

Nuevo enfoque en el análisis de ADN antiguo

Para llevar a cabo este descubrimiento ha sido fundamental la aplicación de un nuevo enfoque al análisis de hallazgos de ADN antiguo. Esa nueva fórmula posibilita analizar los procesos migratorios en la Europa de principios del milenio de una forma completamente distinta a como se ha hecho hasta el momento.

Los avances en el análisis de ADN antiguo permiten a los científicos explorar el mestizaje de distintos grupos, incluso muy diferentes entre sí. Ese nuevo enfoque no consiste en centrarse en todas las diferencias genéticas entre poblaciones, sino en las mutaciones relativamente ‘recientes’ dentro de los genomas.

La clave se encuentra, por ejemplo, en los elementos que han surgido en los últimos 30.000 años, ya que los mismos permiten estudiar con mayor detalle las posibles relaciones entre poblaciones genéticamente similares.