Esto es lo que paga el Gobierno por destruir los cayucos que llegan a Canarias
La Delegación del Gobierno de Canarias adjudica un contrato a una empresa especializada la destrucción de las 530 embarcaciones que han llegado este año.
El incremento sin precedentes en la llegada de migrantes por vía marítima a las islas Canarias ha llevado al Gobierno a tomar medidas drásticas respecto al destino de los cayucos en los que han llegado más de 35.000 personas a las costas del archipiélago este 2023. Así, según Infobae, la Delegación del Gobierno de Canarias acaba de adjudicar un contrato para que se destruyan las embarcaciones que llegan ilegalmente a la costa canaria. En lo que va de año: 530 cayucos.
Según la memoria justificativa del contrato, adjudicado por 59.900 euros a la empresa Martínez Cano, especializada en la gestión de residuos desde hace más de cinco décadas, la acumulación de cayucos no solo representa un problema de almacenamiento y custodia de las embarcaciones que se utilizan en delitos como el tráfico de drogas y el crimen organizado, especialmente para el tráfico de personas, sino también un riesgo para la seguridad, lo que ha impulsado la necesidad de su eliminación definitiva.
El proceso de destrucción, detallado por un representante comercial de Martínez Cano, implica descontaminar y secar las embarcaciones una vez retiradas del mar, seguido por un proceso de triturado tanto en el lugar de origen como en una planta de tratamiento. El Gobierno, en su contrato, estableció un precio por la destrucción de cada embarcación según su composición:
- Embarcaciones de madera, hasta seis metros de eslora, tienen un coste de 595 euros. Cada metro adicional tiene un suplemento de 40 euros.
- Embarcaciones de fibra de hasta seis metros de eslora tienen un precio de 790 euros, con un suplemento de 50 euros por cada metro adicional.
Sin embargo, la empresa ha mencionado dificultades al tratar con embarcaciones hechas de vidrio, ya que la planta de tratamiento no está equipada para reciclar este material, limitándose, por el momento, a la destrucción de las embarcaciones de madera.