Esto es lo que dice la ley española sobre trabajar bajo temperaturas extremas
Cuando haya alerta de nivel naranja o rojo, las empresas estarán obligadas a reducir la jornada laboral de la plantilla, interrumpir los trabajos al aire libre y fomentar la flexibilidad horaria o redistribuir la jornada.
Durante el año pasado, cerca de 200 personas fallecieron debido al estrés térmico provocado por el calor. Además, según datos de Copernicus, la temperatura media global de los últimos doce meses es la más alta desde que se tienen registros, lo que significa que los episodios de altas temperaturas serán cada vez más frecuentes en el país.
Debido a ello ya existe una normativa que regula los derechos y obligaciones en materia laboral, y así evitar que las altas temperaturas dificulten o impidan desarrollar con normalidad la jornada laboral. Por ejemplo, en caso de una ola de calor, se permite modificar, flexibilizar o reducir la jornada laboral.
¿Qué dice la normativa?
A pesar de que la normativa incluye todos los ámbitos de trabajo, hace especial referencia a aquellos que se desempeñan su actividad profesional en el aire libre, tal y como la agricultura, el sector hostelero o el sector de la limpieza.
Según el texto, son las empresas quienes deben "tomar medidas adecuadas para la protección de los trabajadores que trabajen al aire libre o en lugares que no puedan cerrarse", pudiendo cancelarse temporalmente "en aquellos casos en que no pueda garantizarse de otro modo la debida protección de la persona trabajadora".
Cabe destacar que desde 2023, la Agencia Estatal de Meteorología es la responsable de determinar el nivel de alerta que obliga a las empresas a activar diferentes protocolos por altas temperaturas incluidos en sus planes de prevención de riesgos. Dichos protocolos pueden ir desde otorgar equipamiento adecuado para proteger del calor a los empleados, incrementar las pausas de descanso que deben hacerse, o garantizar la hidratación de estos.
En el caso de que la alerta sea de Nivel Naranja o Nivel Rojo, las empresas tendrán por obligación que:
- Fomentar la flexibilidad horaria o redistribuir la jornada. La intención es evitar las horas de mayor exposición, atrasando o adelantando la hora de entrada o salida habitual o cambiando el lugar de actividad a otras zonas con menor exposición.
- Reducir la jornada laboral de la plantilla. Se puede optar por esta opción en caso de que no sea viable adaptar la jornada laboral, pudiendo recuperar las horas cuando finalice el episodio de calor.
- Interrumpir los trabajos al aire libre. Se trata de la medida más drástica, se aplica cuando las anteriores no se pueden utilizar, aunque es de obligado cumplimiento en caso de que las altas temperaturas puedan poner en riesgo a los trabajadores.
A pesar de que la Ley de prevención indica unos supuestos genéricos para la puesta en marcha de los distintos protocolos fijados en el Plan de prevención de riesgos, la normativa deja a cargo de la empresa la decisión sobre el nivel de riesgo para la salud de los empleados.
Si nos trasladamos a la legislación, según el artículo 4.2 del Estatuto de los Trabajadores, se garantiza a los empleados "su integridad física y una adecuada política de prevención de riesgos laborales". Además, desde la Ley de Prevención de Riesgos Laborales se solicita a las empresas "un adecuado nivel de protección de la salud laboral frente a estos riesgos".
En el caso de que se incumplan estas medidas de prevención, los trabajadores deberán denunciarlo ante la Inspección de Trabajo. Según el abogado Alberto Novoa, socio del área laboral y abogado laboralista en Ceca Magan, "en primer lugar, el trabajador lo que debe hacer es denunciar cualquier situación de desamparo en los condiciones de trabajo, pero si no son atendidas, desde luego la salud y la vida está por encima de cualquier obligación", ya que se encuentra bajo el derecho a interrumpir su actividad y dejar el puesto.
Sin embargo, cabe destacar que debido al carácter subjetivo de la ley, los tribunales pueden considerar que no existen condiciones suficientes como para suspender la jornada de forma unilateral, por lo que el empleado estaría cometiendo absentismo laboral.