Este es el animal más grande del mundo: ningún dinosaurio lo superó en tamaño

Este es el animal más grande del mundo: ningún dinosaurio lo superó en tamaño

Su corazón, del tamaño de un automóvil pequeño, y su lengua, que pesa tanto como un elefante, son solo dos ejemplos de su impresionante anatomía.

Un submarinista, en una imagen de archivo.Getty Images

En las profundidades del océano habita un coloso que supera en tamaño a cualquier dinosaurio conocido: la ballena azul. Este mamífero marino, cuyo nombre científico es Balaenoptera musculus, ostenta el título del animal más grande del planeta, tanto en la actualidad como en la historia registrada de la Tierra.

La ballena azul adulta promedia entre 24 y 27 metros de longitud y puede pesar entre 100 y 120 toneladas, aunque se han documentado individuos que superan los 30 metros y las 170 toneladas. Su corazón, del tamaño de un automóvil pequeño, y su lengua, que pesa tanto como un elefante, son solo dos ejemplos de su impresionante anatomía.

A pesar de su inmenso tamaño, la ballena azul se alimenta principalmente de kril, pequeños crustáceos que consume en cantidades astronómicas. Durante la temporada alta de alimentación, puede ingerir hasta cuatro toneladas de kril al día.

Comparada con los gigantes terrestres extintos, la ballena azul supera con creces al Patagotitan mayorum, el dinosaurio más grande del que se tiene registro, cuya masa se estima en 77 toneladas. Incluso el pez extinto Leedsichthys, que podría haberse acercado a su tamaño, no rivaliza con la magnitud de este mamífero.

La ballena azul no solo es notable por su tamaño, sino también por su estructura social y comportamiento migratorio. Generalmente solitarias o en parejas, estas ballenas pueden viajar grandes distancias entre sus áreas de alimentación y reproducción. A pesar de su poderío, enfrentan amenazas significativas, como el cambio climático y la contaminación por plásticos, que afectan su hábitat y fuentes de alimento.

Titania
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Santander

La conservación de la ballena azul es fundamental para la biodiversidad marina. Su presencia es un indicador de la salud de los océanos y su protección es un desafío que la humanidad debe asumir con responsabilidad y urgencia para preservar el legado natural del planeta.