Estas son las pruebas físicas para ser bombero
Más allá de la parte teórica, cómo será la condición física que se requiera es de lo que más preocupa a los que aspiran a sacarse una plaza en esta profesión.
Es, sin duda, una de las grandes preocupaciones de todo aquel que aspire a sacarse una plaza como bombero. Está la parte teórica y, luego, las pruebas físicas que hay que superar para aprobar las oposiciones en este sector.
La parte física engloba seis categorías: velocidad, resistencia, natación o buceo, de fuerza del tren superior, de salto y, por último, otras vinculadas a la flexibilidad el equilibrio o la claustrofobia. Son, evidentemente, pruebas duras vinculadas a los riesgos y exigencias que tiene el trabajo de bombero, que puede incluso poner en juego su vida.
Estas son, más detalladas, las pruebas más comunes.
1. Natación
Las más comunes no suelen ser de buceo, pero la natación sí suele ser imprescindible, especialmente las de 50 metros de distancia. Estas pruebas suelen realizarse en piscina y son ejercicios de natación de estilo libre.
2. Carreras de velocidad y de resistencia
Las carreras de velocidad suelen ser de distancias comprendidas entre los 100 y 200 metros lisos y con ellas el objetivo es el de medir la velocidad de desplazamiento y de reacción. Se parte de una posición estática cuando se escuche una señal acústica y se corre por una única calle, sin cambiar.
En lo que respecta a las pruebas de resistencia aeróbica es recomendable comprobar en las bases de la convocatoria cuál es la distancia exigida y las marcas mínimas. Aquí de lo que se trata es de comprobar la resistencia con la realización de un ejercicio aeróbico.
3. Fuerzas de prueba del tren superior
Las más comunes son: trepar la cuerda, flexiones, press de banca o dominadas.
4. Pruebas de salto
Por un lado, las de salto horizontal, que suele realizarse partiendo de una línea marcada en el suelo, con los pies juntos y sin carrera.
Por otro, el salto vertical, que suele realizarse pegado a una pared, donde se toma la referencia máxima de altura de tu brazo extendido. Desde esa referencia, se medirá la altura que consigas alcanzar en el salto, que deberá superar la marca mínima exigida (que suele estar en torno a los 45 – 55 cm).