Esta es la multa a la que te expones por no legalizar la piscina de tu vivienda
La normativa cambia dependiendo de la localidad en la que se realice la obra.
Construir una piscina en tu propia vivienda es un lujo que muchas personas no pueden permitirse. Sin embargo, aquellos individuos que sí que tienen esa posibilidad deben saber que no únicamente es necesario disponer de espacio para ubicar la piscina y de dinero para construirla. También es obligatorio completar una serie de trámites burocráticos.
En ese sentido, cabe destacar que las competencias respecto a la regulación de las piscinas privadas son autonómicas y locales. En consecuencia, los requisitos a cumplir para que una piscina privada sea legal varían dependiendo de la localidad en la que se construya (por lo que lo más recomendable es acudir al ayuntamiento a informarse antes de iniciar la obra).
En cualquier caso, tal y como recoge Certicalia, sí que hay algo que suele ser común en cualquier parte de España: los ayuntamientos consideran que construir una piscina significa realizar una obra mayor.
Por lo tanto, se exige contar con una licencia de obras y con un proyecto de piscina que tiene que ser elaborado por un arquitecto. De lo contrario, se entenderá que la piscina ha sido construida de forma ilegal.
Los ayuntamientos, a través de imágenes aéreas o de los datos de consumo de agua de la vivienda, pueden detectar la existencia de piscinas ilegales. Aquellos ciudadanos que hayan construido una piscina en su domicilio sin cumplir con la normativa se exponen a multas que van desde los 500 hasta los 3.000 euros, dependiendo de la localidad.