España pasa del oro líquido al oro verde
La sequía, el alza de los precios y la baja rentabilidad en muchos casos obliga a los agricultores a reinventarse y cambiar hasta sus cultivos.
El alza de los precios del aceite de oliva sigue sin freno hasta el momento y lo que viene de cara a 2024 apunta peor... aún.
Tal es la situación que el Gobierno se agarra a la lluvia como remedio de urgencia. Según el ministro de Agricultura, Luis Planas, si llueve durante cuatro semanas seguidas, los precios bajarán, en un periodo clave para el remate de la cosecha que empezará a recogerse en el tramo final de otoño.
Pero ante una situación de momento sin arreglo, España y muchos trabajadores del sector primario siguen buscando otras soluciones. Entre ellas se nota un auge del cultivo del pistacho.
Como recoge Telecinco, en España, ya existe una extensión de 80 mil hectáreas que podría aumentar a 150 mil a corto o medio plazo. Y añade que ya hay agricultores que han decidido arrancar sus cosechas de otros tipos de cultivo para plantar pistacias y buscar un negocio que de otra manera se antojaría imposible.
Pese a que el beneficio es menor que hace un tiempo, sigue siendo rentable... si bien exige paciencia. Sólo para comercializar una producción se necesita un plazo de seis a siete; lo bueno para quienes hayan dado el paso es que los beneficios son cuantiosos.