El último meteorito caído en Alemania arroja secretos desconocidos del origen de la Tierra
Es de un grupo raro y podría haberse separado del cinturón principal de asteroides situado entre Marte y Júpiter
El 21 de enero de 2024 un pequeño asteroide chocó contra la Tierra. La roca espacial impactó sobre un área al oeste de Berlín en Alemania. Dicho asteroide medía alrededor de 1 metro de diámetro por lo que no representó ningún peligro para las personas en el terreno. Sin embargo, tras la recuperación de estos fragmentos y su posterior análisis, han descubierto que pertenece a un tipo de roca espacial poco común que podría ayudar a arrojar luz sobre los orígenes de la Tierra.
En busca de los restos del asteroide y su análisis
Un equipo dirigido por el geocientífico Lutz Hecht del Museo de Naturaleza de Berlín buscó durante días restos del asteroide 2024 BX1 en Havelland, Brandeburg (al oeste de Berlín, Alemania), el cual, fue detectado por primera vez con un telescopio en el Observatorio Konkoly en Hungría por el astrónomo Dr. Krisztián Sárneczky.
Tras el impacto, los equipos de búsqueda descubrieron varios meteoritos pequeños en la zona del pueblo de Ribbeck, en las cercanías de la capital alemana. Más tarde, el 2 de febrero de 2024, un equipo del Museo de Historia Natural de Berlín, liderado por el astrónomo Peter Jenniskens, presentó los resultados de un estudio inicial de la composición mineralógica y química de uno de los fragmentos de 2024 BX 1. Y cuyo hallazgo era realmente especial. Según los análisis, el meteorito que han encontrado, del tamaño de una nuez, tiene una rara composición del tipo Aubrite.
Los Aubrite son un grupo de meteoritos llamados así por «Aubres», un pequeño meteorito de acondrita que cayó cerca de Nyons, Francia, en 1836. Se componen principalmente de silicatos de magnesio, enstatita y forsterita, apenas contienen hierro. Tiene un aspecto completamente diferente al de la mayoría de los otros meteoritos. Están compuestos por una corteza de vidrio translúcido en lugar de una gruesa corteza de vidrio negro, y tienen una apariencia de granito gris.
Pero Peter Jenniskens, astrónomo de meteoritos y sus colaboradores del Museo de Naturaleza de Berlín realizaron los primeros exámenes de una de estas piezas de meteorito con una microsonda de haz de electrones, determinaron que lo interesante de esta caída contiene pistas sobre dónde estaba la región fuente de estos meteoritos. Probablemente su origen proviene del lado interior del cinturón de asteroides entre Marte y Júpiter.
Los asteroides del cinturón principal, como 2024 BX1, se formaron aproximadamente al mismo tiempo que los planetas del sistema solar, hace aproximadamente 4.500 millones de años, a partir de material alrededor del sol naciente que no fue consumido por la formación de los planetas.
Esto significa que, como no se ven afectados por los procesos geológicos, ofrecen a los científicos una idea de los componentes básicos de los planetas, especialmente los mundos rocosos del interior del sistema solar: Mercurio, Venus, Marte y, por supuesto, la Tierra.