El segundo idioma que inventaron los vascos cuando emigraron a Islandia
El mismo está recogido en tres documentos o manuscritos.
El euskera tiene calado en España. De acuerdo a los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), alrededor de 1,4 millones de personas dominan este idioma, un número que ha ido aumentando desde 2011.
A lo largo de los siglos, los vascos han llevado a cabo procesos migratorios a otras partes del mundo, como las diásporas a América o la llegada de balleneros a países como Groenlandia e Islandia. Es precisamente en este último país donde este pueblo dejó como legado un idioma.
Durante los siglos XVI y XVII, los marineros vascos establecieron contactos y rutas comerciales con tribus de la costa este de Norteamérica, como beothuk de Terranova o los inuit de Labrador, y con marineros islandeses.
Tal y como recoge Crónica Vasca citando la Revista Internacional de los estudios vascos en su artículo 'Balleneros vascos en la Islandia del siglo XVII: recuperar la memoria a través del proyecto Pidgin', la relación entre los pueblos se basó en el comercio generado por medio de la explotación de los recursos ofrecidos por la ballena. Una relación que forjó la formación de un idioma que mezclaba ambas lenguas: el pidgin vasco-islandés, el cual, de acuerdo al medio, está recogido en tres documentos o manuscritos.
En dichos documentos, hay 519 palabras en el primero, 228 palabras en el segundo y 11 el tercero. El idioma no diferencia entre plurales y singulares y no hay marcas temporales. El pidgin se caracteriza por ser muy frecuentes los verbos trucka (comprar), presenta (dar) y travala (hacer).