El nutricionista Pablo Ojeda desvela los alimentos que deben ir en las baldas de la nevera
Hay una forma de organizar el frigorífico para que todo se conserve fresco.
Una de las dudas que más surgen en el momento de guardar alimentos en el frigorífico es cómo hacerlo para que se conserven en buen estado. Y para facilitar esta tarea, el nutricionista Pablo Ojeda ha desvelado en Más Vale Tarde qué alimentos deben ir en cada balda de la nevera.
Resulta que cada balda tiene una temperatura diferente, así que es esencial tenerlo en cuenta para poder organizar bien la comida que hay dentro y que no se eche a perder nada.
Los consejos de Pablo Ojeda
Una de las recomendaciones más importantes que ha hecho es nutricionista es que la balda de arriba del todo es la que menos temperatura tiene por estar más lejos del congelador. Por este motivo, en este lugar habrá que colocar los alimentos que se vayan a consumir antes. Ahí pueden almacenarse los embutidos, los huevos o la pasta fresca, por ejemplo.
Y para guardar alimentos como el embutido, Ojeda recomienda hacerlo en un táper. Según su consejo, habría que sacar las lonchas del envase original y pasarlo a un recipiente de cristal para que no se quede seco ni coja olores de otros alimentos.
La balda del medio es, según el nutricionista, el "cajón desastre". Y eso es un error. Según sus recomendaciones, en este lugar deberían colocarse todos los productos que tengan poca caducidad, como las sobras (siempre en táper de cristal), los lácteos y los yogures.
En este sentido, ha insistido en cómo evitar que aparezca moho e la nevera: volcando todos los alimentos sobrantes de latas de conserva que vengan en recipiente metálico en tápers de cristal. Esto debería hacerse con el tomate frito, el atún o el maíz, entre otros.
Siguiendo con la organización de la nevera, la balda de abajo debe estar reservado para la carne y el pescado, ya que es la más cercana al congelador y donde menos temperatura hay. Eso sí, Ojeda sugiere sacarlos de sus envases y colocarlos en un plato o un recipiente de cristal.
Y por último, pero no menos importante, están los alimentos de la puerta. En este lugar suelen siempre colocarse botellas o botes de salsas, pero también huevos. Ojeda lo tiene claro: "¿Los huevos? ¡No! La huevera se pone ahí por cuestiones de espacio". Y asegura que con los cambios de temperatura al abrir y cerrar la nevera, podrían sufrir daños y crearse bacterias.