El aceite de oliva pide una ayuda al estilo gasolina

El precio del aceite se dispara. Pese a la bajada del IVA, del 10% al 5%, comprar este indispensable producto de nuestra cocina cada vez es más difícil de afrontar para una buena parte de los españoles. 

Las cifras no engañan: la organización agraria ASAJA advierte de que los precios del aceite de oliva "están disparados en los lineales del supermercado". "Exactamente, un 86,4% más caros que en este mismo periodo de 2022", señalan. Y la previsión es que siga encareciéndose. 

El principal motivo de esta subida se debe al poco 'stock' del producto, fruto de la adversa climatología. La floración adelantada de este año, que hacía presagiar una buena cosecha, acabó "quemada" por el calor y la falta de lluvia, según el portal especializado Agroinformacion.com. 

Las desiguales precipitaciones en todo el territorio también están provocando que la producción de este año se esté desarrollando de forma "irregular" en las diferentes zonas de cultivo. Aun con la esperanza de que el otoño sea más propicio, los agricultores ya hablan de una "cosecha muy escasa". Esta subida de los precios tampoco beneficia al agricultor. ASAJA Alicante advierte de que las cadenas de suministro, "arropadas por la tendencia inflacionista, pueden estar resultado beneficiadas de la subida".

En todo caso, los consumidores huyen del incremento de precios. El pasado mes de mayo, el sector calculaba una caída récord de ventas en España del 25%. Por este motivo, el campo ha vuelto a pedir al gobierno nuevas ayudas para hacer frente a esta insostenible situación. Hace sólo una semana el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, señalaba la necesidad de "asegurar que el abastecimiento en España del aceite de oliva se haga a precios razonables". 

Otros países que compiten en el mismo sector ya han movido ficha. Tras el gran incremento de exportaciones de aceite a granel desde principios de año, el Ministerio de Comercio de Turquía ha prohibido su exportación a granel hasta el próximo 31 de octubre para proteger el consumo interno del llamado oro verde. Es la tercera ocasión, de forma consecutiva, en la que se prohíbe tal comercialización.

Y mientras se esperan posibles nuevas ayudas o medidas, muchos consumidores ya sustituyen este ingrediente por aceite más económico y otras alternativas. Aunque los productores advierten: hay que revisar las etiquetas para comprobar el origen y la fecha preferible de consumo, especialmente cuando el aceite está filtrado, ya que puede conservarse en buenas condiciones hasta 36 meses, pero después de 9-12 meses, sus propiedades comienzan a decaer.