Dueños de restaurantes con terraza se unen para crear el golpe definitivo a carteristas: "Esperamos a los ladrones en modo turista"
Los propietarios de los establecimientos en el centro de roba han tomado esta medida para hacer frente a un serio problema: al menos un robo a la semana.

Al menos un robo por semana. Esa es la cruda realidad que vivien los bares y restaurantes de Testaccio, en Roma, que se han visto obligados a tomar medidas. Su estrategia para combatir el carterismo consiste en hacerse pasar por clientes y sorprender a los ladrones en plena acción.
"El problema es que, muy a menudo, el cliente se da cuenta del robo solo después y también denunciarlo es complicado. En muchos casos son turistas extranjeros y no sabemos cómo ayudarlos", explica a Il Messaggero Sandro Boattini, propietario de un bar en Via Mastro Giorgio.
Los robos ocurren con frecuencia en las mesas de los espacios exteriores de los locales, lo que permite a los carteristas huir rápidamente tras cometer el delito. "El fenómeno del carterismo aumentó después del COVID, cuando organizamos los espacios al aire libre. Pero solo en los últimos meses hemos notado una escalada de episodios", comenta Boattini. "Entonces, en mi negocio, cuando vemos a alguien sospechoso rondando las mesas, nos hacemos pasar por clientes y esperamos", añade.
Este método ha demostrado ser efectivo para ahuyentar a los ladrones, aunque no siempre se logra atraparlos. "En cuanto se dan cuenta de que los han descubierto, huyen", señala el propietario.
"Nos preocupan los meses de verano, cuando el trabajo se realizará mayoritariamente fuera de las instalaciones. Mientras tanto, he ido formando a mis camareros. Saben que tienen que prestar atención especialmente al servicio externo y que es importante avisar a nuestros clientes cuando se sientan para que presten la máxima atención a los bolsos y carteras", reflexiona.
La táctica de los restauradores de Testaccio también ha sido adoptada por otros negocios en la Piazza Santa Maria Liberatrice. Otros, como la pizzería Remo, incluso han implementado medidas adicionales, como bridas de plástico para sujetar las bolsas de los clientes a las sillas. Algunos, por su parte, han colocado ganchos en las mesas para que los clientes mantengan sus pertenencias a la vista.
Un problema que no deja de crecer
El aumento de robos y carterismo ya había hecho saltar las alarmas entre los dueños de locales en el centro de Roma. Claudio Pica, presidente de Fiepet Confesercenti, explica que "las cifras se han duplicado en comparación con el año pasado". "Actualmente, recibimos entre 80 y 100 denuncias diarias de atracos, hurtos y carterismos en bares y restaurantes del Centro", precisa.
Este aumento está estrechamente ligado al incremento del turismo después de la pandemia, un dato que también confirman las fuerzas del orden. En la zona de las Murallas Aurelianas, se registró una media de 140 denuncias de robos en locales, la vía pública y a bordo de los autobuses en solo cinco días.
Las zonas más afectadas incluyen Piazza Farnese, Aventino y Termini. En esta última, las autoridades han implementado vigilancia permanente con servicio anticarterismo las 24 horas. Según datos policiales, en 2024 se registraron en la capital 14.668 casos de carterismo, con 381 detenciones, un 35% más que en 2023.