Se produce la desaparición masiva de pan en los supermercados y un tendero descubre la clave para cazar al ladrón
La cifra de hurtos en el país se está incrementando significativamente.
Hace unos meses, en un supermercado de la ciudad finlandesa de Tampere la estantería de pan se mostraba constantemente vacía, sin embargo, las ventas no correspondían con esa escasez.
Ante esa situación, el tendero, que responde al nombre de Ari Ruissalo, decidió controlar de manera exhaustiva las cámaras de vigilancia de la tienda, pero no se vio nada sospechoso. En consecuencia, optó por hacer un experimento: añadir pegatinas de advertencia al pan. Y así fue cómo ese ladrón, que llevaba un mes robando el pan en el supermercado, desapareció.
En ese sentido, la radiotelevisión pública finlandesa Yle destaca que las tiendas de comestibles de todo el país utilizan etiquetas de advertencia en la carne, el pescado, el queso, los bocadillos, las ensaladas preparadas, los paquetes de salchichas y embutidos, los cosméticos, los artículos de tocador o el alcohol, entre otras cosas. El motivo es simple: el número de hurtos en los supermercados finlandeses se está incrementando de manera significativa.
Ari Ruissalo explica al respecto que los ladrones están mejorando sus métodos para hurtar productos a medida que los supermercados incrementan su vigilancia. Por ejemplo, uno cada vez más habitual es sacar el producto del envoltorio y guardarlo en un bolsillo.
Igualmente, también muchos clientes están llevando a cabo diversas prácticas para aplicar falsos descuentos en los productos. Una de ellas es pesar un producto barato en la sección de frutas o verduras y llevarse otro bastante caro.
Y tiran de filosofía Ben Parker para explicarlo: "Conlleva una gran responsabilidad".
No obstante, también se cambian las etiquetas en otros artículos. “Hoy en día es muy común cambiar la etiqueta roja (que indica la existencia de un descuento) por un producto que no la incluye. Una vez, un cliente puso una etiqueta roja de otra cadena en nuestro producto con la esperanza de conseguir un descuento”, cuenta Ruissalo.
Además, este tendero asegura que las cajas de autoservicio han incrementado los hurtos. De hecho, Ari Ruissalo ha recordado un intento de hurto sufrido en su tienda: “La persona sostenía una tableta de chocolate barato delante de cada artículo. Afortunadamente, el empleado se dio cuenta de que había metido 10 tabletas en la máquina”.
