Datos, voces expertas y la ley desmontan la idea de Vox de que la violencia de género no existe

"La violencia de género comprende todo acto de violencia física y psicológica, incluidas las agresiones a la libertad sexual, las amenazas, las coacciones o la privación arbitraria de libertad". La frase anterior no es una opinión lanzada al vuelo por ningún tertuliano de turno en un plató de televisión. Es el artículo 1 de la Ley Orgánica 1/2004, que salió adelante en el Congreso de los Diputados el ocho de octubre de 2004, en la primera legislatura del socialista José Luis Rodríguez Zapatero. El respaldo fue unánime y rotundo, 320 votos emitidos, todos síes. La definición del texto tiene su eje central bien definido: hay violencias que afectan a las mujeres por el mero hecho de ser mujeres.

El panorama político español, 19 años después, es muy diferente. Desde el extremo derecho del paisaje que dibujaron los resultados del 28M, Vox arremete casi a diario contra esa legislación que se alcanzó con un consenso hoy casi inimaginable. Y también afecta al Partido Popular de Alberto Núñez Feijóo, que se encuentra en una posición muy delicada e incómoda al tener que valerse de los votos de la formación de Santiago Abascal para poder gobernar autonomías de peso como la Comunidad Valenciana. El pacto se hizo efectivo la semana pasada, pero la tensión estuvo por las nubes durante días.

Carlos Flores, el candidato de la ultraderecha, que fue condenado por violencia de género, en ese territorio tuvo que renunciar a entrar en el Gobierno para que el acuerdo entre PP y Vox fuera viable. Aunque no desaparece y será el cabeza de lista de los de Abascal por Valencia en las elecciones generales del 23J. Desde el PP interpretaron la cesión de los ultras como una victoria, pero el problema no terminó ahí. La jaqueca para los de Feijóo se reactivó con fuerza el viernes.

Pocas horas después del acuerdo de Gobierno, con Flores haciendo las maletas para Madrid, el número dos de Vox en Valencia declaró a los medios que "la violencia de género no existe, la violencia machista no existe". El mismo Feijóo tuvo que salir al paso de las declaraciones para replicar que "la violencia de género sí existe", el mismo día que firmaban un acuerdo con los de Abascal para gobernar. El viernes el PP tuvo que soplar y sorber al mismo tiempo.

Pero la presión de Vox no se ha detenido ahí. Este mismo lunes en una entrevista televisiva, el líder de la formación, Santiago Abascal, ha llegado a afirmar que el género es "ideología" y que hay muchos tipos de violencia. Una de las medidas que esa formación defiende pasa por derogar la ley contra la Violencia de Género y sustituirla por otra que se base en el concepto de "violencia intrafamiliar", un término que ya aparece en el acuerdo de Gobierno que el PP y Vox en Valencia y que ya opera en la Junta de Castilla y León, donde también conforman un Ejecutivo de coalición.

El 57,3% de las españolas han sufrido violencia de género

Más allá de las declaraciones políticas y el ruido de las réplicas y las contrarréplicas, los datos son más elocuentes. Según la macroencuesta de violencia contra la mujer de 2019, que se realiza cada cuatro años desde 1999, el 57,3% de las mujeres mayores de 16 años en España (alrededor de 11,6 millones) han sufrido algún tipo de violencia por el hecho de ser mujeres.

La cifra, sin embargo, podría ser superior. Carmen León es profesora en el área de Derecho Penal de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM), y advierte sobre este asunto en una conversación telefónica con El HuffPost: "No todas las mujeres denuncian todas las violencias que sufren y eso incluye también a la macroencuesta, seguro que hay una buena parte de las mujeres que no reconocen las formas de violencia de, por ejemplo, un insulto".

Con respecto a la idea de Vox de que no existe la violencia de género, León se remite a las décadas de estudios que existen sobre el tema: "Negar esto es ir contra la evidencia y los estudios que se han realizado". Organismos como la Organización Mundial de la Salud (OMS) o la ONU han denunciado que la violencia contra las mujeres es una "pandemia omnipresente y devastadora".

Desde Vox, para León, se fomenta la idea de que solamente se condena la violencia que los hombres ejercen contra las mujeres y que hay una discriminación cuando es al revés, cuando una mujer agrede a un hombre. "La violencia doméstica contra los hombres también se sanciona, y está recogido en el artículo 173.2 del código penal. Lo que pasa es que se da en una proporción tan pequeña que no hace falta una legislación específica", sostiene la experta de la UCLM.

Por si los datos de la macroencuesta no fueran suficientes, el otro argumento que explica la necesidad de tener una legislación específica a este respecto son las 1.206 mujeres asesinadas desde 2003 a causa de una violencia de los "hombres" contra las mujeres "por el hecho de sentir que les pertenecen", prosigue León.

¿Endurecer las penas?

Vox defiende que sus propuestas conseguirían combatir la violencia contra las mujeres de un modo mucho más efectivo. En un documento que han hecho público este lunes, los de Abascal señalaban que su partido defiende el endurecimiento de las penas contra violadores o cambiar la edad mínima legal en la que se puede imputar a quienes cometan este tipo de crímenes.

Pero ¿es una medida efectiva? Para León "claramente no": "Cuando yo hablo con mis alumnos sobre el endurecimiento de las penas y el populismo punitivo siempre pongo el ejemplo la sociedad estadounidense, allí existe la pena de muerte y es una de las sociedades más violentas".

Las penas suelen funcionar como un elemento disuasorio para que no se cometan los delitos, pero en este caso es necesario atacar a la raíz del problema. "Habría que ir al fondo de la cuestión y ver las causas, que tiene mucho que ver con la cultura y las diferencias entre hombres y mujeres y que ellas en muchos ámbitos sigan estando discriminadas".