Crean robots con piel humana que se cura sola

Crean robots con piel humana que se cura sola

Estos nuevos robots también son capaces de reflejar emociones.

Diferencia entre cara humana y cara de robotTwitter

Los robots son cada vez más realistas. Sus movimientos resultan muy similares a los nuestros, e incluso pueden sustituirnos ya en algunos empleos. Ahora, los científicos han dado un paso más y trabajan para que se parezcan a las personas también físicamente.

Un equipo de científicos, liderado por el profesor Shoji Takeuch, ha creado un robot cuya cara está cubierta con una delicada capa de piel humana viva que se cura a sí misma y es capaz de reflejar emociones, pudiendo comunicarse así de forma más eficaz.

"Anclajes tipo perforación"

El proyecto, publicado en Cell Reports Physical Science, se ha desarrollado en la Universidad de Tokio mezclando células de piel humana cultivadas en un modelo de colágeno y colocadas sobre una base de resina impresa en 3D, adheridas como "anclajes de tipo perforación", según explica a The New Scientist el científico de la Universidad de Harvard Michio Kawai.

El método de "anclajes de tipo perforación" está inspirado en los ligamentos de la piel, explican los científicos. "Estos ligamentos, compuestos predominantemente de colágeno y elastina, son diminutos tejidos de conexión que anclan la piel a los tejidos subyacentes permitiendo expresiones faciales fluidas y movimientos corporales", precisan los científicos.

Beneficioso para la cosmética

Kawai también afirma que los resultados podrían ser beneficiosos para la industria cosmética. En un experimento hicieron sonreír al robot durante un mes y descubrieron que podían replicar la formación de arrugas de expresión en la piel: "La capacidad de recrear la formación de arrugas en un chip de laboratorio del tamaño de la palma de la mano puede usarse simultáneamente para probar nuevos cosméticos y productos para el cuidado de la piel cuyo objetivo es prevenir, retrasar o mejorar la formación de arrugas".

Por supuesto, esta piel artificial todavía carece de algunas funciones y durabilidad que tiene la de verdad. "La falta de funciones sensoriales y la ausencia de vasos sanguíneos para suministrar nutrientes y humedad significa que no puede sobrevivir mucho tiempo en el aire", precisa. Para solucionar estos problemas, Kawai asegura que hay que "incorporar mecanismos neuronales y canales de perfusión en el tejido de la piel".