Contrata a videntes para recuperar su Euromillones premiado y acaba en los tribunales y sin ahorros

Contrata a videntes para recuperar su Euromillones premiado y acaba en los tribunales y sin ahorros

Hay que tener cuidado con lo que se cree.

Un vidente que dice ver cosas en una bola que brilla.Getty Images

Una mujer desempleada de Barcelos, en Portugal, ha sido víctima de un fraude que le ha costado más de 300.000 euros, un dinero que además no solo era suyo, sino también de amigos. La historia la cuentan en el medio Observador y es para no creérsela. Justamente de eso va. De creer. La mujer estaba convencida de que había ganado un premio de Euromillones en 2012 y en Francia, por lo que decidió contratar a dos videntes para recuperar el dinero de aquel premio nunca reclamado. Estos dos videntes harían uso de una serie de rituales que le permitirían poder por fin disfrutar de tan ansiado premio. Claro que este nunca existió.

Durante más de tres años, esta mujer estuvo entregando cantidades ingentes de dinero, en su mayor parte préstamos de familiares y amigos, a los videntes, que la convencían de que cuanto más pagara, más opciones habría de ganar un premio que ascendía a los 30 millones de euros. Todo era una estafa.

Esta, la estafa, llegó a su punto culminante cuando los videntes comenzaron a presionar ya no solo a esta mujer sino a uno de sus amigos para que entregara más dinero si no quería ser maldecido y sufrir una desgracia. Fue este amigo quien habló con la mujer para acudir a la Policía tras ser extorsionado. Así, las autoridades organizaron una operación en la que detuvieron a los videntes tras una reunión pactada.

Al registrar la casa de la mujer, esta tenía dos cofres supuestamente mágicos que debían tener el dinero... Pero solo estaban llenos de recibos de Euromillones.

En el juicio por el caso, se demostró que la mujer creía realmente que con los rituales de los videntes podría tener su dinero, si bien los jueces concluyeron que también manipuló a sus familiares y amigos para poder pagar a los videntes. Estos fueron condenados a penas de prisión suspendidas y nunca han mostrado arrepentimiento. Por ahora, nadie ha recuperado su dinero.