Compra una casa por 13.000 euros al lado del mar: mal olor pero llena de tesoros

Compra una casa por 13.000 euros al lado del mar: mal olor pero llena de tesoros

Aunque parece una ganga, la realidad es que tiene letra pequeña.

Calle en Tokyo (Japón)Miki Fujii

Adquirir una casa como propietario se ha convertido en toda una utopía para la mayoría de los jóvenes españoles, que mes tras mes comprueban impotentes como se antoja cada vez más complicado el conseguir 'escribir' su nombre en un documento que le acredite como propietario de una vivienda, además de poder hacer frente al pago de cuotas, mantenimiento, etc.

Pero es cierto que esta situación no solo está afectando a los jóvenes españoles, ya que se ha convertido en un problema casi endémico en las grandes ciudades de Europa, que es precisamente donde más gente por metro cuadrado termina asentándose al ser los lugares con un mayor número de oportunidades. 

Pero parece que no todo el mundo claudica en su misión de conseguir una gran casa a cambio de un precio irrisorio. Ya sea por suerte, oportunismo o sacrificio, la historia de Anton puede ser ejemplificadora, inspiradora, o quizá para muchos, de auténtica locura

Anton es un joven tiktoker sueco que, en su objetivo por hacerse con una vivienda a un precio accesible ha tenido que viajar miles de kilómetros hasta llegar a su destino final, en Japón. Sí, a casi 8.000 km de su país de origen, pero podría considerarse que la jugada le ha salido de matrícula de honor.

Y es que, el joven ha comprado una casa de once habitaciones, a apenas unos metros del mar y con una terraza-jardín gigantesca, por 13.000 euros. Pero, evidentemente, hay letra pequeña: se encuentra totalmente abandonada desde hace más de una década.

Aunque podría parecer un problema menor, la realidad es que no, ya que como él mismo comentó en su cuenta de TikTok, "el olor es insoportable", especialmente en la cocina, donde el techo tiene un enrome agujero por el que durante diez años ha estado entrando agua de lluvia, quedando estancada en el domicilio.

Pero la parte negativa no termina aquí, ya que, en caso de que decida reformarla y ponerla a su gusto para quedarse a vivir en ella, antes de todo eso tendrá que quitarse de encima todas y cada una de las pertenencias que los anteriores dueños dejaron en la vivienda. 

Infinidad de pertenencias: algunos de gran valor

Estos dos motivos explican que nadie quiera comprarla y que su precio haya descendido hasta los 13.000 euros, ya que en circunstancias normales, hablaríamos de decenas e incluso centenares de miles de euros.

Otro de los aspectos misteriosos y que dotan a la vivienda de un aura y un misterio extraño es el hecho de la desaparición de sus anteriores inquilinos, ya que nadie sabe su paradero, ni qué ocurrió con ellos para abandonar la vivienda con todos sus efectos personales dentro.

Entre la suciedad y todos los objetos almacenados en la vivienda, Anton destaca algunos que les han llamado especialmente la atención como son cartas de Pokemon, "grandes cantidades" de manga, DVDs, animes y hasta 500 kimonos.

Ante este escenario, Anton aseguró que se quedará con aquellas pertenencias que tengan un potencial valor, aunque la mayor parte de los objetos, a su pesar, tendrá que tirarlos a la basura bien por que son irrecuperables o bien porque no tienen ningún valor. Pese a todo, el sueco se muestra muy satisfecho con la compra realizada aunque ahora le espere un arduo trabajo por delante.