Científicos buscan con desesperación al dueño del 'colgante misterioso' del Titanic
La ardua tarea no está obteniendo resultado por el momento.
La noticia que dio la vuelta al mundo hace menos de un mes sobre el hallazgo en el Titanic de un collar que contenía un diente de megalodón -extinto hace más de 3,5 millones de años- sigue arrastrando consigo un misterio de difícil solución.
El descubrimiento, que se produjo gracias a un proyecto llevado a cabo por la empresa británica Magellan Ltd durante un escaneo del transatlántico -el más exhaustivo de la historia, con hasta 700.000 fotografías-, asombró al mundo por lo llamativo e inexplicable del caso.
A día de hoy, Magellan continúa inmerso en su siguiente objetivo: encontrar a algún descendiente del dueño de tan preciado collar. Para ello la empresa está realizando una labor titánica, ayudándose de inteligencia artificial para poder identificar -con las imágenes de los pasajeros- al propietario mediante herramientas de reconocimiento facial.
Pero el trabajo está siendo más complicado de lo esperado debido a las dificultades técnicas y sobre todo, debido a las pocas fotografías tomadas en 1912 justo antes del fatal accidente.
No se puede sacar
Otro hándicap al que la compañía británica tiene que hacer frente es el de no poder extraer el collar, algo que quizá podría agilizar el proceso, debido al acuerdo vigente entre Reino Unido y Estados Unidos que prohíbe cualquier tipo de extracción del Titanic a manos de empresas tanto privadas como públicas. De hecho, la única empresa que puede realizar este tipo de prácticas es la estadounidense RMS Titanic Inc.
Desde Magellan se apunta a que no solo se trata de un motivo histórico, sino que estos descubrimientos -sin precedentes- tienen un incalculable valor científico, que podrían dar explicación a infinidad de dudas acerca de cómo se produjo el trágico desenlace del barco.
Otra de las prioridades es el poder estudiar qué materiales fueron usados en su construcción, las circunstancias que propiciaron el accidente o cómo el ecosistema marino interactúa con los restos de un naufragio de estas dimensiones.