La ciencia descubre el sexo que mejor sobrevive a un trasplante de riñón e hígado
Un estudio coordinado desde España analiza más de 1.103 investigaciones realizadas durante cinco años.
La discriminación de género también entra en el quirófano y se tumba en la camilla. A pesar de que las enfermedades afectan por igual a hombres y mujeres, la ausencia de datos segregados por sexo respecto a los efectos de determinadas dolencias, no solo afecta a la precisión de los diagnósticos sino que también resultan útiles a la hora de gestionar intervenciones quirúrgicas y tratamientos médicos, entre ellos los trasplantes.
Así lo arroja un estudio realizado por un equipo internacional de investigadores que se ha coordinado desde el Hospital Universitario Vall d’Hebron de Barcelona y que se ha publicado en la revista European Journal of Internal Medicine. El objetivo del análisis, tal como recoge la revista National Geographic, era evaluar la influencia que tiene el género en las operaciones de trasplantes de órganos sólidos. Para el estudio se siguieron un total de 1.103 investigaciones durante cinco años, en los que se observó que solo el 4 % presentaba los datos segregados por género.
Pese a ello, los investigadores pudieron alcanzar una serie de conclusiones entre las que destaca un dato que puede ayudar a gestionar y optimizar cualquier sistema de trasplantes: las mujeres tienen una tasa de mortalidad de hasta el 3% menos después de un trasplante de riñón o de hígado, aunque los hombres tienen un índice de reingreso por complicaciones inferior.
Además, el porcentaje de rechazo es mayor cuando el donante es masculino y la receptora es una mujer. Sin embargo, cuando el donante es de sexo femenino, las receptoras mayores de 45 años tienen menos posibilidad de rechazo que los masculinos a cualquier edad.