Día Internacional del Beso 2024: ¿cuál fue el primer beso romántico de la historia?
Se ha descubierto cuán antiguo es este gesto de amor.
Hoy es el Día Internacional del Beso, un gesto tan común tanto para saludar como para demostrar el cariño que le tienes a tu pareja, familiar o cualquier otro ser querido. Con pasión, tranquilizador o el típico de los abuelas, con esas repeticiones y ruido tan característico que querrías escuchar toda la vida. Pero, ¿cuál es el origen del primero dado en la historia?
El origen del primer beso en la historia ha sido objeto de debate durante mucho tiempo, pero un reciente estudio realizado por investigadores de la Universidad de Copenhague arroja nueva luz sobre esta práctica. Según este estudio, el beso podría remontarse mucho más atrás en el tiempo de lo que se pensaba anteriormente.
El análisis llevado a cabo por estos científicos se basó en la investigación de textos médicos antiguos y tablillas de arcilla de la Antigua Mesopotamia, una región histórica ubicada entre los ríos Tigris y Éufrates, que hoy en día corresponde a partes de Irak y Siria.
Aunque se creía que los primeros registros de besos como parte de la práctica sexual datan de hace unos 3.000 años, este estudio sugiere que podría haber ocurrido hace aproximadamente 4.500 años, según algunas de las tablillas de arcilla encontradas. Sin embargo, los científicos especulan que el origen del beso podría ser aún más antiguo, posiblemente compartido con especies emparentadas con los humanos, como los bonobos.
Además del aspecto histórico, el estudio también explora los beneficios del beso durante las relaciones sexuales. Se ha encontrado que besarse durante este acto puede tener diversos beneficios, como aumentar la excitación debido a la liberación de endorfinas y promover el apego a través de la oxitocina, conocida como la hormona del amor.
Un aspecto interesante destacado en el estudio es el intercambio de bacterias durante un beso, que puede enriquecer la microbiota bucal de las parejas. Algunos científicos sugieren que la presencia de testosterona en la saliva masculina podría influir en este intercambio, potencialmente aumentando la libido.
A pesar de los posibles riesgos de transmisión de enfermedades a través del beso, los investigadores consideran que este acto es más beneficioso que perjudicial en general. Aunque hay pruebas de que los besos podrían haber contribuido a la propagación de algunas enfermedades en el pasado, los beneficios emocionales y físicos superan ampliamente a los riesgos.