Así funcionan los potentes ríos atmosféricos que traen nevadas, tormentas y temporales a España

Los ríos atmosféricos son corrientes estrechas y alargadas de humedad concentrada en la atmósfera que transportan vapor de agua y nubes. Estos fenómenos meteorológicos, que se forman a lo largo de los límites entre grandes áreas de flujo divergente del aire en superficie, juegan un papel crucial en el ciclo del agua global. Aunque cubren menos del 10% de la circunferencia de la Tierra, representan más del 90% del vapor de agua transportado de norte a sur.

El término “río atmosférico” fue acuñado por los investigadores Reginald Newell y Yong Zhu del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) a principios de la década de 1990. Estos ríos suelen tener varios miles de kilómetros de longitud y algunos cientos de kilómetros de ancho. Un solo río atmosférico puede transportar un flujo de agua mucho mayor que el de cualquiera de los grandes ríos de la Tierra, incluido el Amazonas. En cualquier momento dado, existen entre tres y cinco de estas corrientes atmosféricas en cada hemisferio.

Los ríos atmosféricos son responsables de las precipitaciones y, por ende, de las eventuales inundaciones que ocurren en regiones continentales occidentales de latitudes medias, como la costa oeste de América del Norte, Europa occidental y la costa oeste de África del norte. En España, estos fenómenos pueden traer intensas nevadas, tormentas y temporales, afectando significativamente el clima y las condiciones meteorológicas del país.

Un ejemplo notable de un río atmosférico ocurrió en diciembre de 2010, cuando un evento de grandes proporciones se movió hacia la costa de California, produciendo intensas nevadas. Este tipo de eventos no solo afecta a América del Norte, sino que también tiene un impacto significativo en Europa, incluida España. Los ríos atmosféricos pueden causar inundaciones y otros fenómenos meteorológicos extremos, lo que subraya la importancia de comprender y monitorear estos fenómenos.

Los ríos atmosféricos se forman sobre los océanos y están asociados a los ciclones extratropicales. Estos ciclones, que se desarrollan en las zonas frontales, son responsables de la formación y el movimiento de los ríos atmosféricos. La interacción entre el aire frío y caliente en estas zonas frontales crea las condiciones ideales para la formación de estas corrientes de humedad.

El estudio de los ríos atmosféricos ha avanzado significativamente desde que Newell y Zhu introdujeron el término. Investigaciones posteriores han demostrado que estos fenómenos tienen un impacto considerable en el clima global y regional. Por ejemplo, un estudio de 2006 destacó cómo los ríos atmosféricos están inundando el mundo con aguas tropicales, lo que tiene implicaciones para las precipitaciones y las inundaciones en diversas regiones.

Además, los ríos atmosféricos no solo afectan a las regiones costeras. También pueden tener un impacto significativo en las áreas interiores, llevando humedad y precipitaciones a regiones que de otro modo serían secas. Esto es particularmente relevante para España, donde los ríos atmosféricos pueden traer lluvias y nevadas a las zonas montañosas y del interior, afectando tanto a las actividades humanas como a los ecosistemas naturales.