El aliado en la cocina que usamos a diario que en realidad es un nido oculto de bacterias

La esponja es un objeto tremendamente útil para limpiar en la cocina. Sin embargo, al estar húmeda durante la mayor parte del tiempo, también puede convertirse en un centro crítico de hongos y bacterias.

En ese sentido, el tiempo recomendado para cambiar las esponjas de la cocina es de una o dos semanas. Sin embargo, existe un método para poder eliminar al completo las bacterias que acumula y, de esta forma, aumentar la vida útil de la esponja.

El truco del microondas

Para ello, es necesario utilizar un electrodoméstico que tiene múltiples usos más allá de cocinar: el microondas. No obstante, antes de tratar de desinfectar la esponja es importante comprobar que no tenga adherida ningún elemento metálico.

Otro aspecto importante es mojar la esponja antes de introducirla en el electrodoméstico ya que, de lo contario, podría salir ardiendo. Por lo tanto, es necesario llenar un bol con un poco de agua y sumergir la esponja.

Tras completar los pasos anteriores, se debe calentar la esponja en el microondas durante un total de dos minutos. Con este truco, el objeto habrá quedado totalmente limpio de bacterias y hongos.

Poner sal en la escoba

Otro truco doméstico para desinfectar es poner sal en la escoba. La sal tiene propiedades que la convierten en un purificante natural, lo que se traduce en que es útil para acabar con los gérmenes y bacterias que pueblan las superficies.

El procedimiento es el siguiente: se debe mezclar sal, agua y vinagre en un cubo, y sumergir la escoba durante unos minutos. Cuando las cerdas de la escoba se hayan empapado de la solución, la suciedad saldrá con mucha más facilidad al barrer.

Y este método no solo sirve para barrer. La mencionada mezcla también es aplicable a múltiples elementos del hogar para retirar suciedad incrustada con la ayuda de un paño. Algunos ejemplos son los fregaderos, el horno, el microondas o los utensilios de cocina.