Advierten a todos los jardineros que retiran las hojas caídas de los árboles en noviembre
Existen teorías contradictorias al respecto.
Si hay algo característico del otoño es la caída de las hojas de los árboles. Cuando se encuentran todas en el suelo, muchas personas tienden a quitarlas de sus jardines, algo que la escritora ecológica Alys Fowler desaconseja completamente, ya que el trabajo que desempeñan "está lejos de terminar".
"Se llaman hojas por una razón: para que se las deje en paz y cumplan con su función esencial. Puede que parezcan gastadas, pero su función está lejos de haber terminado, tanto para la planta que dejaron como para el mundo que las rodea", precisa en un artículo escrito para la revista Gardeners’ World y recogido por Express.
Hogar para insectos y ayuda para almacenar carbono
En este sentido, comenta que pueden resultar saludables para la planta de la que cayeron porque pueden ayudar al suelo a almacenar más carbono. Esto hace que el césped, y el jardín en general, sea capaz de absorber minerales y agua.
En concreto, "el suelo puede retener hasta un 30% más de carbono si se deja que las hojas de otoño se pudran. El carbono alimenta la red alimentaria del suelo, en particular los hongos micorrízicos, lo que mejora no solo la capacidad de los árboles para absorber agua y minerales, sino también el césped y el jardín en general".
La experta también asegura que la polilla halcón elefante, con sus distintivos colores rosa y verde oliva, depende de la hojarasca para crear capullos. Además, muchos insectos pueden usar las hojas como su hogar.
Otro experto asegura que "pueden matar el césped"
Alys Fowler destaca los beneficios que las hojas pueden tener para las plantas y los insectos. Un punto de vista que no comparte David Hedges-Gower, presidente de Lawn Association, quien sostiene que estas pueden "asfixiar y matar" el césped, incluso aquellos más sanos.
Considera que, si se deja que las hojas se pudran en el jardín, habrá que volver a sembrarlo en primavera y regarlo para mantenerlo sano, mientras que rastrillar las hojas y colocarlas en el cantero puede ayudar a que el césped resista el invierno.
"Descuidar el césped dejando hojas caídas no solo lo daña, sino que genera trabajo innecesario cada año, lo que aumenta nuestra huella insostenible. A diferencia de otras áreas del jardín, el césped requiere atención durante todo el año", comenta.