La única razón por la que Obama puede perder: La supresión del voto
Aunque parece que las encuestan indican que Obama está en camino de ganar en Ohio, el resultado final no está nada claro porque, al contrario que en Irán y Rusia, aquí en EE UU no se sabe cuál puede ser el impacto cuantitativo de la supresión del voto electoral.
Aunque usted no lo crea, este post no es sobre las elecciones en Irán o en Rusia; este post es sobre las elecciones en los EE UU. La supresión del voto no es tan solo un problema en países autoritarios donde las elecciones no cuentan o en países aparentemente democráticos en los que se manipulan todos los aspectos del proceso electoral, es un problema en los EE UU también y puede determinar el ganador de las elecciones presidenciales del próximo 6 de noviembre. El que hoy en día en una democracia se le pueda permitir a representantes del estado intentar suprimir el voto sin ninguna consecuencia es escalofriante. En mi primer post para El Huffington Post describí por qué era un ejercicio fútil dejarse guiar de las encuestas nacionales para saber quién va a ganar las elecciones presidenciales. Lo que importa son las encuestas estado por estado porque en el sistema estadounidense el presidente lo elige el colegio electoral. Es por esta misma razón que para entender cómo es posible que pueda haber supresión del voto hay que prestarle atención a lo que pasa en los estados.
Según los expertos, ni Barack Obama ni Mitt Romney pueden ganar si no ganan Ohio con sus 18 votos electorales. Estos mismos expertos insisten en que la única razón por la cual el republicano George W. Bush ganó al demócrata John Kerry en Ohio en 2004, cuando las encuestas a pie de urna decían que el ganador había sido Kerry, fue por la supresión del voto. Esta práctica es bastante común en los EE UU y siempre beneficia a los candidatos republicanos porque ellos tienen más tendencia a votar que los demócratas. Y este año, como en años anteriores, al estado de Ohio se le ha ido la mano.
Me explico. En EEUU la constitución dice que "los lugares, fechas y modo de celebrar las elecciones... se prescribirán en cada estado por la legislatura respectiva". Esto quiere decir que son los estados, no el Gobierno federal, quien decide cuándo y cómo se pueden inscribir los votantes, qué identificación necesitan para inscribirse, con cuánto tiempo de anticipación lo deben hacer, cómo se van a contar los votos ausentes, si necesitan identificación para votar, si pueden votar durante los fines de semana antes del martes después del primer lunes de noviembre, durante cuánto tiempo permanecerán abiertos los recintos electorales, qué máquinas se van a usar para contar los votos, etc.
Todos los estados tienen reglas diferentes, así que si usted se muda de Massachusetts a Pensilvania, como yo, tiene que averiguar con tiempo qué hacer para poder votar. La única excepción que existe hoy por hoy es como resultado del Movimiento de Derechos Civiles de los años 60 en que se determinó que ocho estados en el sur de los EE UU (Alabama, Arizona, Georgia, Luisiana, Mississippi, Carolina del Sur, Texas y Virginia) habían violado los derechos civiles de los votantes minoritarios intencionalmente y por lo tanto el Gobierno federal tiene autoridad para supervisar sus políticas de inscripción y votación. La práctica sigue vigente porque el Gobierno federal estima que no puede descuidar lo que sucede en estos estados y no le falta razón.
Eso no quiere decir que los estados con legislaturas con mayoría republicana no sigan tratando de suprimir el voto -solo que el Gobierno federal puede intervenir para impedirlo. Este año por ejemplo, Florida intentó reducir a sólo 48 horas el tiempo para entregar nuevas inscripciones a las oficinas de elecciones locales (anteriormente las organizaciones como la Liga de Mujeres Votantes, que se dedican a inscribir nuevos votantes tenían hasta dos semanas). Un juez federal bloqueó la aplicación de esta ley, pero durante el tiempo que estuvo vigente muchos votantes perdieron la oportunidad de inscribirse. Por esta razón, Florida, no ha podido inscribir tantos demócratas como lo hizo en 2008.
Estados que no están cubiertos por la Ley de Derechos Civiles también están cambiando las reglas del juego en su favor. Aquí en Pensilvania la legislatura republicana aprobó una ley que exigía que los votantes sin identificación no pudieran votar, en un país en el que no existe un documento nacional de identidad y en donde se suele emplear el carnet de conducir como identificación. Eso no es problemático, excepto que hay muchos votantes pobres y de edad avanzada que no tienen ni carnet de conducir ni otro tipo de identificación y no la iban a poder conseguir con tiempo para poder votar este año. Por está razón la Corte Suprema del estado no permitió que se aplique la ley este año, pero eso no ha impedido que continúen los anuncios en la televisión y la radio "informando" a los ciudadanos de que en Pensilvania se necesita identificación para poder votar.
En Ohio, la legislatura republicana ha conseguido reducir el número de horas y días que se puede votar antes del 6 de noviembre, lo que se conoce como "early voting". En el 2004 hubo problemas con las máquinas en los precintos pobres y en lugares en donde suelen votar los estudiantes. Muchos tuvieron que esperar haciendo cola más de diez horas y se fueron sin llegar a votar. En 2008, Ohio decidió permitir votar durante el fin de semana antes del día oficial de las elecciones. Viendo que Obama se benefició de "early voting" en 2008, este año la legislatura trató de eliminar esta posibilidad en su conjunto, pero la corte suprema del estado no se lo permitió. El Gobierno estatal decidió entonces limitar las horas durante el fin de semana. Pero eso no es lo único. De repente aparecieron carteles en áreas pobres advirtiendo de que el "Fraude Electoral Es Un Delito sujeto a una pena de hasta tres años en prisión y hasta 10.000 dólares de multa". El motivo de los carteles era intimidar a los votantes que no estén seguros de si están inscritos en el censo electoral, no tienen identificación o han estado en prisión. El voto ausente en Ohio también tiende a favorecer a los demócratas pero si hay problemas con la papeleta el estado ha decidido que no las van a contar hasta el 17 de noviembre, más de diez días después de las elecciones.
Es por todo esto que, aunque parece que las encuestan indican que Obama está en camino de ganar en Ohio, el resultado final no está nada claro porque, al contrario que en Irán y Rusia, aquí en EE UU no se sabe cuál puede ser el impacto cuantitativo de la supresión del voto electoral.