Las insidiosas cláusulas para el uso del Messenger de Facebook en móviles de Android (actualizado)
Estoy dispuesto a dar cierta información personal por tener derecho a acceder gratuitamente a un juego, contenido o red social y por experimentar alguna forma novedosa de publicidad. Sin embargo, Facebook ha ido demasiado lejos. Es el momento de que nos plantemos y digamos "¡No!"
Correcciones/Actualizaciones (4:45 EST 11/8/2014): una versión previa de este post contenía información imprecisa y desfasada sobre el Messenger de Facebook para dispositivos Android (Facebook ha dado su propia respuesta sobre la aplicación aquí). El post identificaba erróneamente las Condiciones de Uso de la aplicación con los permisos específicos de Android. Y los permisos mencionados inicialmente han sido actualizados por Google. Estos cambios están reflejados en el post.
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¿Cuánta cantidad de información personal estáis tú y tus amigos dispuestos a compartir para acceder a las aplicaciones gratuitas de móvil? Sospecho que la cantidad es mucho más pequeña de lo que aceptaste compartir cuando firmaste ciegamente las Condiciones de Uso o los permisos que son necesarios por defecto para que una aplicación funcione.
El tema en cuestión es el siguiente: para descargar la aplicación de Messenger en Facebook, que se jacta de haber tenido más de 200.000 millones de descargas, es necesario dar una cantidad alarmante de información personal y, lo que es más asombroso, control directo sobre el dispositivo móvil. Me apuesto lo que sea a que muy pocos -por no decir ninguno- de aquellos que se han bajado la aplicación han leído las Condiciones de Uso antes de aceptarlas.
La aplicación de Messenger para Facebook es una versión autónoma del chat instantáneo de la red social. En abril de 2014, Facebook anunció que este servicio no volvería a estar disponible en la aplicación principal y que los usuarios necesitarían la aplicación de Messenger por separado para chatear con normalidad. Si estás utilizando esta aplicación en un dispositivo Android, echa un vistazo a las cláusulas que rigen su funcionamiento (hay que ir a Settings>Apps o Application Manager). Debajo ha una lista entera con las actuales cláusulas (la siguiente parte del texto ha sido actualizada para reflejar la siguiente lista de Support.Google.com; 11/8/2014):
El hecho de que los medios sociales y las aplicaciones sean tan insidiosos no es nada nuevo. Todos sabemos (o deberíamos saber) que ninguna aplicación es realmente gratis. Las aplicaciones gratuitas en Internet se pagan a través de la información personal que se da a través del nombre, localización, historial de navegación, etc. Además, los desarrolladores de móviles y las redes sociales cobran a los anunciantes por hacer anuncios orientados muy claramente a grupos específicos de personas.
De alguna manera, es comprensible que se pague algo de información por una mejor experiencia con los anuncios on-line, que todos odiamos tanto. Sin embargo, en el caso de Messenger para Android, el intento de obtener información no tiene precedentes y da un poco de miedo. El hecho de que tanta gente haya aceptado estas cláusulas es un síntoma alarmante sobre el futuro de las aplicaciones de móvil y la seguridad personal.
Si mucha de esta gente no ha comprobado los permisos de grupo que hay que dar para utilizar la aplicación del Messenger de Facebook (o las han leído y no les importan), ¿cómo de envalentonados no estarán los desarrolladores de móviles en el futuro? Entiendo la naturaleza de las aplicaciones gratuitas en los móviles. Estoy dispuesto a dar cierta información personal por tener derecho a acceder gratuitamente a un juego, contenido o red social y por experimentar alguna forma novedosa de publicidad mientras disfruto de ese servicio sin costes. Sin embargo, la situación actual ha ido demasiado lejos. Es el momento de que nos plantemos y digamos "¡No!"
Da el primer paso borrando esta aplicación. Después, revisa la Condiciones de Uso que has aceptado previamente sin leer, y asegúrate de si te sientes cómodo con el precio de la gratuidad. La única manera de frenar esta tendencia dañina es dar un puñetazo sobre la mesa. Lee las Condiciones de Uso en Internet y móviles antes de aceptarlas y, cuando vayan demasiado lejos, di no.
¿Te atreverás a decir no?