Manual de instrucciones del bebé
Dicen que los niños nacen con un pan bajo el brazo, lo que no traen nunca es manual de instrucciones. A la hora de prepararse para afrontar el nacimiento y la crianza de un bebé todos solemos preguntar. Pensando en los padres primerizos he preparado una guía de recursos.
Fuente: Wikimedia.
Dicen que los niños nacen con un pan bajo el brazo, lo que no traen nunca es manual de instrucciones. A la hora de prepararse para afrontar el nacimiento y la crianza de un bebé todos solemos preguntar. Lo hacemos con familiares y amigos, con conocidos y con personas desconocidas. Cada vez más consultamos internet.
Pensando en los padres primerizos de mi cupo de pacientes he preparado una pequeña guía de recursos, que os incluyo más abajo.
Lo más importante es tomar conciencia de que el nacimiento y la crianza son procesos cambiantes que precisan ADAPTACIÓN. Ten paciencia contigo mism@, cuida tu alimentación, descanso y actividad física, así como tus tiempos de ocio de calidad. Para poder cuidar bien a un bebé es básico que tú estés bien. Y recuerda que es bueno delegar y pedir ayuda, es muy frecuente olvidarse. Dicen que "hace falta una aldea para educar a un niño", en nuestro tiempo de familias pequeñas y dispersas es bueno recordarlo.
El parto, nacimiento y primeros meses de vida no son un cuento de hadas para los padres, nunca lo han sido. Es cierto que es un tiempo con grandes satisfacciones pero también de gran exigencia física, mental y emocional, con afectación de descanso nocturno, cansancio acumulado, agobio por no saber manejarse bien y otros muchos sentimientos y vivencias. Tómalo con calma y trata de trabajar en equipo con tu pareja y familia extensa.
Tu pediatra y enfermera de pediatría están para ayudarte, prepara tus visitas al centro de salud escribiendo tus dudas o cuestiones en un papel, prioriza sabiendo que hay poco tiempo disponible. Las salas de espera de pediatría suelen estar llenas de niños acatarrados, acude sólo si es realmente necesario.
Muchas recomendaciones de puericultura no tienen un grado suficiente de evidencia científica. Te recomiendo que apliques el sentido común. Los mocos son inherentes a los niños, más en nuestro medio de inviernos fríos y guarderías. No parece razonable lavar la nariz de los bebés al mínimo moco, es un procedimiento molesto para ellos. Es más sensato reservarlo para cuando están muy taponados, incómodos y no pueden mamar bien.
Con respecto al baño, la mayoría de las familias de nuestro medio lavan a sus bebés a diario. Lo más sensato es adecuarnos a la resistencia de la piel del bebé. Si nos pasamos de agua y jabón esta tenderá a secarse, irritarse y producirá picor. El baño es un momento alegre y divertido para el bebé y sus cuidadores, tiene efectos relajantes y permite el contacto corporal. Viene bien recordar que la piel del bebé es mucho más fina (un quinto) y delicada que la del adulto, tengamos cuidado de no abusar de excesivo tiempo de inmersión ni de jabones.
La hidratación con crema corporal es muy recomendable, es otra buena escusa para masajear al bebé y tener un rato de contacto físico que agradecerá.
La fiebre es otro caballo de batalla. Nuestra especie lleva miles de años usando esa respuesta natural contra las infecciones y no le va mal. Es una reacción natural y útil. Dado que en los primeros años de vida el bebé tendrá que ir exponiéndose a múltiples gérmenes es esperable que genere fiebre muchas veces, la gran mayoría de las veces por causas banales y superables. Si además de fiebre al bebé lo notamos muy malito, alicaido y débil permanéntemente o con otros síntomas asociados será prudente consultar con el pediatra.
Estos consejos son tan solo una introducción al tema con la intención de ayudarte a buscar la mejor información posible. Espero que te sirvan.