El efecto cubata
Centrémonos en una noche alcohólica hasta niveles de intoxicación, la exaltación de la amistad, la visión doble, en definitiva, el descontrol. Uno empieza como si nada, una cervecita, un cubatita, y caen dos, llega la media docena, y al final pierdes la cuenta. Después de un fiestón alcohólico, uno se levanta con la famosa resaca.
"Un poco de vino a veces, eso es todo. Mucho alcohol es malo." (Bob Marley)
Cuántas noches, cuántas fiestas, eternos botellones, música a tope,....Qué os voy a contar que no sepáis. Lo opuesto a la ley seca. El divertimento es esencial para el ser humano. Después del día a día, trabajo y más trabajo (cuando lo hay), y por fin llega el fin de semana. Llega el viernes y uno se plantea: quedarse en casa, salir con los amigos, ir al cine,.... o fiesta total. Todos o casi todos hemos pasado por ahí, a todos nos gusta la fiesta, ¿y a quién no?
Centrémonos en una noche alcohólica hasta niveles de intoxicación donde a menudo resuena la canción Un andar miudiño, la exaltación de la amistad, la visión doble, en definitiva, el descontrol. Uno empieza como si nada, una cervecita, un cubatita, y caen dos, llega la media docena, y al final pierdes la cuenta. Después de un fiestón alcohólico, uno se levanta y no hay agua que le llegue. Es la famosa resaca: "Me quiero morir"; "no bebo más"; "me revienta la cabeza"; "me muero de sed"; etc.
¿Hasta qué punto el consumo excesivo de alcohol puede llegar a ser perjudicial para uno mismo y hasta para los demás? El consumo de alcohol está relacionado con hasta 200 enfermedades y trastornos. Algunos ejemplos que seguro que os suenan: alcoholismo, cirrosis hepática, cáncer, enfermedades cardiovasculares...
El consumo nocivo de alcohol origina en ocasiones conductas sexuales de riesgo que pueden favorecer el contagio de enfermedades de transmisión sexual. El consumo de alcohol por parte de la madre durante el embarazo puede traer complicaciones prenatales. Y por supuesto, la violencia, los accidentes de tráfico ("si bebes, no conduzcas"), los suicidios asociados con el alcohol, etc.
Nuestro organismo usa principalmente el hígado para eliminar las sustancias tóxicas (ejemplo: alcohol) que tenemos en sangre. El alcohol tiene efecto diurético, y por ello necesitamos orinar a menudo cuando salimos de fiesta y bebemos en exceso. Con ello perdemos agua y sodio, los cuales nuestro cuerpo quita de donde sea, de los tejidos que tiene a mano, para poder degradar el alcohol, y esto produce la famosa deshidratación.
Ya lo decía Mark Twain: "El alcohol es malo, pero el agua es aún peor: ¡te mata si no bebes! Cuanto más alcohol consumamos, más trabajo tendrán nuestro hígado y otros órganos, que a la larga sufrirán las consecuencias del exceso.
El etanol, principal componente de las bebidas alcohólicas, aunque muchos no lo crean, es una droga depresiva. Empiezas con el típico subidón (euforia y desinhibición conductual), y al final el famoso bajón. Sus efectos principales son adormecer tus funciones sensoriales y cerebrales. Si te pasas, puedes desde vomitar, hasta quedar inconsciente o morirte.
Uno sale y piensa que bebiendo olvida, y lo único que hace es inhibir sus recuerdos y emociones, los problemas, confundir la realidad... pero solo transitoriamente. Es un engaño a nuestro cerebro, y como dijo Blue Jeans, "no va a emborracharse para pasar página. Entre otras cosas, porque a la mañana siguiente, el libro estaría abierto por el mismo sitio."
Una teoría sobre la belleza, o que alguién nos resulte atractivo o no, dice que es debido a la percepción de la simetría facial. Es decir, un rostro simétrico nos resulta más bello que uno asimétrico. Curiosamente, un estudio de la Universidad de Roehampton muestra que "un importante consumo de alcohol disminuye la capacidad de detectar la asimetría en las caras y reduce la preferencia por rostros simétricos sobre los asimétricos". Básicamente, el alcohol produce una distorsión de la realidad, nos hace ver a más gente atractiva al no distinguir bien los rostros simétricos de los asimétricos.
Otro curioso y reciente estudio (en roedores) de la Universidad de Sidney nos dice que la "hormona del amor" u oxitocina parece bloquear algunos de los efectos de la borrachera (tales como el sedamiento y la falta de movilidad que sufrimos al consumir alcohol en exceso), al prevenir que el alcohol actúe en las regiones del cerebro implicadas en la intoxicación alcohólica. Aviso para los navegantes y aventureros, esto se ha descubierto en roedores, pero aún falta por saber si lo mismo ocurre en humanos.
Algunos estudios apoyan la idea de que el consumo moderado de alcohol (1 o 2 vasos diarios en las comidas) puede ser beneficioso para algunas personas. El alcohol es de las drogas más consumidas en nuestra sociedad, y se asocia a actividades placenteras, sociales, se ve en muchos casos como algo normal. Sin embargo, el consumo a edades muy tempranas, el exceso,...están concienciando a la sociedad actual sobre el hecho de que es una droga más y que puede afectar gravemente nuestra salud.
Para terminar, un pensamiento de Karmelo Iribarren: "Las últimas resacas, las auténticas, las de verdad, las que ni risas ni miradas que valgan, las del vómito encima, las del asco y las lágrimas, las del miedo a vivir y a morir de repente, las de la más absoluta soledad, esas, amigo mío, mejor que no las tengas que pasar."