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Una tregua muy frágil
Política

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Una tregua muy frágil

La crisis arancelaria provoca el deshielo entre el Gobierno y el PP. Feijóo manda también un mensaje en clave interna y trata de arañar votos a Vox: “Son rehenes de su discurso”.

Pedro Sánchez y Feijoo en MoncloaEduardo Parra

Donald Trump ha conseguido algo que parecía impensable hace tan solo unos días. El Gobierno y el Partido Popular están protagonizando un deshielo en sus relaciones para lanzar un mensaje de país que vaya más allá de los colores políticos. El jueves, primero Alberto Núñez Feijóo y después Pedro Sánchez utilizaron términos parecidos para referirse al golpe arancelario de la administración norteamericana. El día no terminó sin celebrarse una reunión entre sus equipos económicos, en el que acordaron mantener el contacto y buscar el consenso.

La respuesta de unidad es inédita en esta legislatura de bronca política. Sin ir más lejos, la pasada semana, ambos actores políticos se mostraron incapaces de acercarse en materia de Defensa pese a compartir la necesidad de aumentar su gasto. De hecho, sobre esta cuestión también calificada de Estado, las fuentes consultadas reconocen que no ha habido avances, a la espera de la cumbre de la OTAN de junio.

“El problema de los aranceles es Trump, el del gasto en defensa es Sánchez. No son cuestiones homologables”, afirman fuentes del equipo de Feijóo. “Vemos muy difícil que podamos apoyar al Ejecutivo sobre política militar sin que antes den detalles y presenten los Presupuestos Generales del Estado”.

La tregua, pues, está acotada a la crisis arancelaria. Y es extraordinariamente frágil. La desconfianza entre ambas partes es muy grande aunque en Génova ha gustado que sea Carlos Cuerpo, “un tecnócrata”, el interlocutor por parte del Gobierno. “Sánchez cuenta con nuestro apoyo, pero no es gratis. La comunicación tiene que continuar y nos tienen que explicar el plan que se quiere acometer”, subrayan desde la parte negociadora del PP. “Tenemos preguntas que continúan sin respuesta”.

Feijóo inició este giro incluso antes de la comparecencia de Sánchez en Moncloa. “Quien ataca los intereses comerciales de mi país no contará con nuestra condescendencia”, declaró. Un mensaje que gustó en el Gobierno, que se apresuró a convocar rápidamente al PP al ministerio de Economía. “El tono es muy razonable y en nuestra línea. Confiamos en que se traslade al Congreso”, afirmaron fuentes de Moncloa

Mensaje al PP

El de Feijóo fue también un golpe en la mesa de puertas para adentro. El líder gallego sabe que para una parte de su partido no hay que dar respiro a Sánchez, tampoco en el plano internacional. “Ni agua”, suelen repetir. De hecho, casi al mismo tiempo que exponía la posición oficial del PP de mano tendida con Sánchez, Isabel Díaz Ayuso mostraba públicamente sus reservas a través de las redes sociales. “Aló presidente… Gobiernos cada vez más ricos, aleccionando a votantes cada vez más pobres”, escribía.

Conocida la sintonía entre Génova y Moncloa, en Sol se reafirmaban en sus críticas. “Lo de Sánchez es humo puro, las ayudas anunciadas -un paquete de 14.100 millones de euros- son cantidades previamente comprometidas”, aseguran. “Nos engañarán como lo ha hecho siempre. Este Gobierno avanza hacia la autocracia y lo que hay que hacer es responderle con contundencia hasta que pierdan las elecciones”, en palabras de un diputado.

Según la dirección nacional, si Sánchez “se comporta” no habrá “batalla partidista” en esta cuestión. Aunque apriete el sector más duro del PP. Además, Feijóo cree que con esta posición ha logrado poner en un brete a Santiago Abascal, que iba disparado en los sondeos. Según sus cálculos, el globo se pinchó a finales del mes de febrero, justo cuando empezaron las amenazas arancelarias. “La caída de Vox en las encuestas es leve pero sostenida. Son rehenes de su discurso”, exponen en la cúpula nacional.

En el PP creen que en el campo “no” se entiende el mensaje de Abascal de apoyo a Trump “cuando ven que perjudica a sus intereses”, y Feijóo va a seguir con sus dardos en este sentido, según las fuentes consultadas. “Cada voto que Vox pierde por los aranceles viene directo al PP”, aseguran. Este lunes, el líder de la oposición ha convocado a representantes de asociaciones y organizaciones afectadas por la nueva política arancelaria. También a los consejeros de los gobiernos autonómicos de su partido.

Como con los distintos sectores que cohabitan en su partido, con Vox Feijóo también ha de hacer equilibrios. De hecho, el plan de la dirección es encapsular las negociaciones presupuestarias que están en marcha entre ambos partidos en la Región de Murcia, Aragón y, en menor medida, en Baleares. La tesis es compartida por sus barones. “Nosotros sabemos diferenciar las cosas. En principio, más allá de que se puedan retrasar un poco los plazos, todo está bastante encauzado”, desvelan las fuentes consultadas por El HuffPost.

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Corresponsal político de El HuffPost.