Todo lo que puede sacar de sus casillas a Vox de la oferta de Feijóo a Sánchez
Entre los seis Pactos de Estado que el líder del PP ha planteado al PSOE para su investidura se encuentran cuestiones que la ultraderecha rechaza de plano. También algún guiño a su lenguaje político (por el que compiten).
Era el gran momento de Feijóo. Cara a cara con su mayor rival, Pedro Sánchez, presentándose como el ganador de las elecciones generales tras ser avalado por el Rey como candidato a la investidura, a pesar de no contar con apoyos suficientes para que esa realidad se torne en un cambio de Gobierno. Conocedor de esa situación, el líder del Partido Popular puso sobre la mesa una propuesta para que el mismo PSOE al que pidió "derogar" le deje gobernar una legislatura 'exprés' de un mínimo de dos años con seis grandes Pactos de Estado.
Sobre lo que no se pronunció Feijóo es cómo conjugaría algunos de estos grandes pactos con un aliado imprescindible para los populares en un puñado de Gobiernos autonómicos, Vox. En un momento marcado por la tensión en la votación de la constitución de la Mesa del Congreso, en el que el PP comunicó a última hora que se votaría a sí mismo -dejándole sin apoyos suficientes para conseguir un asiento en este importante órgano, es decir, dejándoles fuera-, los nervios de si Vox retiraría el apoyo público al PP para dejarles gobernar en solitario se salvaron in extremis, el mismo día que Abascal despachaba con Felipe VI.
El precio a pagar por Feijóo quedó claro, tras el reconocimiento público a los Ejecutivos de coalición o apoyados por la ultraderecha que efectuó después de que Abascal supeditase esta suerte de 'cheque en blanco' a que el PP no participase en ningún tipo de cordón sanitaria a su formación. Sin embargo, quedó claro que la relación entre las dos derechas no atraviesa su mejor momento y que las fricciones pueden hacer que los puentes salten por los aires de la forma más inesperada. La siguiente gran prueba de fuego de estos matrimonios políticos se librará en Murcia, donde si no acercan posturas en los próximos días se abocan a una repetición electoral.
Una propuesta que acabará en manos de Abascal
En este sentido, el propio Feijóo ha sido preguntado este miércoles por si se reunirá y trasladará estas mismas propuestas al tercer y al cuarto partido más votados, es decir, Vox y Sumar, respectivamente. Recogiendo la pregunta de la prensa, ha evitado mencionar el nombre de la formación de Abascal: "Sobre si me voy a reunir con el tercer partido, por supuesto". Y también aclaró si Vox iba a recibir el mismo documento, despejando dudas: "¿Qué ofrecemos al resto de partidos políticos? Esto. Si le ofrezco a la segunda fuerza política esto, no le voy a ofrecer a la tercera, o a otros, cuestiones distintas".
Con la anterior afirmación, Feijóo ha dejado claro que "esto" serán las líneas maestras políticas de lo que tendrá que decidir apoyar Vox cuando llegue la hora de la votación de la investidura. La propia portavoz federal socialista, Pilar Alegría, dejaba una reflexión significativa sobre la propuesta del PP y su relación con los de Abascal: "¿Qué nos está ofreciendo, un pacto con Vox para derogar durante dos años el 'sanchismo'?", recordando que con esa promesa se presentaron ambas derechas a las elecciones del 23-J.
Los asuntos espinosos para Vox en la oferta de Feijóo a Sánchez... y al resto
Con ese telón de fondo, hay al menos tres de estos acuerdos propuestos por Feijóo que contienen asuntos espinosos para la formación de la ultraderecha, según se desprende de anteriores declaraciones de sus dirigentes o de su propio programa político. También algún guiño al lenguaje que viene empleando la formación ultra y al que se han sumado los populares desde hace un tiempo.
De forma general, tienen que ver con algunas de las grandes 'cruzadas' de Vox contra el feminismo, la lucha contra el cambio climático o el actual modelo autonómico y territorial. Si bien es necesario destacar que las propuestas de Feijóo no están desarrolladas con medidas concretas y conforman escuetas directrices.
1- El modelo autonómico y territorial. Sin lugar a dudas, el último de los grandes Pactos de Estado propuestos por Feijóo es el que puede chocar en mayor medida con el argumentario político de Vox. El PP apuesta por "convertir el Senado en una verdadera Cámara de representación territorial y a fortalecer la España de las Autonomías, mediante un diálogo multilateral que permita adoptar decisiones comunes sobre asuntos comunes".
Bien, los planes de Vox para el Senado difieren bastante de una reforma, a tenor de las declaraciones que hace un año formuló el ahora ex secretario general Javier Ortega Smith. "Vox no quiere cementerios para aparcar a los dinosaurios porque no sirven para nada y nos cuestan mucha pasta", aseguró, prometiendo que lo cerrarían si tenían fuerza suficiente para promover una reforma de la Constitución -el 23J no consiguieron una sola acta en la Cámara Alta-.
Por otra parte, en ese mismo punto, los populares apuestan prioritariamente por aprobar "un nuevo modelo de financiación autonómica y local que garantice la igualdad de servicios a todos los ciudadanos". Con esa mera frase, es complicado dilucidar hacia dónde propondría ir Feijóo. ¿Garantizar esa igualdad supone realizar cambios en el cupo vasco que Vox quiere cargarse? ¿Supone un cambio en la distribución de la financiación que prime a autonomías con carencias frente al criterio de tamaño poblaciones que defienden a capa y espada Madrid o Valencia?
Sin embargo, es conveniente recordar que fue el propio Núñez Feijóo, durante su etapa como presidente de la Xunta de Galicia, el que capitaneó e impulsó la denominada Cumbre de Santiago de Compostela y la posterior declaración conjunta de ocho presidentes autonómicos, los de Galicia, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Aragón, Extremadura, Asturias, La Rioja y Cantabria. Allí fijaron una posición común en materia de financiación autonómica y -la clave- despoblación, al tiempo que reclamaron que este debate no se hiciese con negociaciones individuales, como con el Govern catalán.
2- Las 'palabras prohibidas' para Vox en el Pacto por el Agua. La siguiente controversia que podría generar la oferta de Feijóo en el seno de la ultraderecha se encuentra en el quinto punto, una cuestión que ya ha venido demandando el PP. En ocasiones por la presión, tanto nacional como internacional, que se estaba ejerciendo contra la Junta de Andalucía por la tramitación de la Ley de Regadíos, reclamando ejecutar actuaciones hidráulicas.
A priori, un pacto por el agua no tendría por qué ser un problema para Vox, puesto que conforma una de sus propuestas electorales. Concretamente, bajo el nombre de un Plan Nacional del Agua que impulse la interconexión de todas las cuencas del país. No obstante, en el documento de Feijóo se incluye un matiz mayúsculo para los de Abascal. Desde el PP piden que se garantice el acceso a este recurso básico "en el momento actual y ante el previsible agravamiento derivado del cambio climático".
Vox mantiene una posición complicada en torno al concepto de "cambio climático". Si bien hay dirigentes que han deslizado que este proceso del que alerta la práctica totalidad de la comunidad científica, otras voces han concretado más la posición oficial del partido. La cabeza de lista por Almería, Rocío de Meer, aseguró que "Vox no niega el cambio climático, existe, lo que ocurre es que no hay unanimidad científica en torno a que el cambio climático sea provocado por el hombre". Al mismo tiempo clamaba contra el consenso comunitario: "Nadie ha votado e imponen terceras instituciones como Bruselas van a tener consecuencias perjudiciales para nuestro sector primario".
3- Entre la igualdad de género y las familias. Como era de esperar, el otro gran asunto que puede incomodar a Vox tiene que ver con la igualdad entre sexos. En el primero de los seis pactos propuestos, el PP propone garantizar la viabilidad de "la igualdad entre mujeres y hombres".
Convendría conocer con seguridad si Feijóo está proponiendo un pacto que estaría acompañado de recursos económicos, pero difícilmente podría ejecutarse de otra manera. Con todo, la realidad es que la posición que ha venido mostrando el socio de coalición del PP en distintas comunidades ha sido la de tratar de dar carpetazo a las políticas de Igualdad. También es de sobra conocida su posición sobre la violencia machista y su rechazo a participar en minutos de silencio por las víctimas.
En el programa electoral de Vox incluso han prometido derogar las leyes de violencia de género, trans o cambiar el Ministerio de Igualdad por uno de Familia. Precisamente, esa palabra es la gran coincidencia en la propuesta de Feijóo con el lenguaje que ha venido empleando la formación de Abascal: "Se promoverá un Pacto por las Familias, para que tengan mayor capacidad para lo prioritario y hacer posible la conciliación". También restaría saber cuánto hay de coincidencia con Vox en la afirmación de "para lo prioritario".