De sopetón, Obregón: cómo la gestación subrogada trastocó la agenda política
De sobresalto político en sobresalto.
Fue un auténtico terremoto informativo trastocando por completo la agenda política, que discurría por otros derroteros. El miércoles, la revista Hola informaba en su portada de que Ana Obregón es madre de una niña por gestación subrogada a sus 68 años. Y ya no se habló de otra cosa. En los bares, en el metro, en las redacciones de los medios de comunicación. Saltó del papel cuché a los pasillos del Congreso de los Diputados. Prácticamente toda España tenía una opinión al respecto pasadas solo unas horas.
Portadas de los medios, editoriales, artículos de opinión, tertulias de radio y televisión en sus espacios políticos… El caso Obregón lo acaparó todo de sopetón obligando a las formaciones políticas a pronunciarse. A algunos, como a José Luis Martínez-Almeida, la polémica les pilló con el pie cambiado, mirando incrédulo al periodista que le preguntaba por el asunto. “Es violencia contra las mujeres”, afirmó Irene Montero, una de las primeras en reaccionar. En esto, el Ejecutivo sí respondió unido: “No estamos de acuerdo”, añadió María Jesús Montero.
Se olvidó la ministra socialista de recordar que Pedro Sánchez también ha virado sobre “los vientres de alquiler”. En su acuerdo de investidura fallido con Ciudadanos en 2016, se abogaba por promover desde el Gobierno una regulación, como se encargaron de destacar en el PP. Si bien, quien realmente dio la noticia política fue precisamente la formación de Alberto Núñez Feijóo, que ese mismo miércoles se abrió a regular la gestación subrogada “sin que medie prestación económica”. Así lo aseguraron fuentes autorizadas de la dirección nacional.
El giro era destacado e iba en línea con lo planteado en su día por un Ciudadanos aún con fuerza electoral. Ya que, hasta entonces, Génova siempre había intentado pasar de puntillas por una cuestión de fondo: dentro de la estructura, no hay una unanimidad. Los hay a favor, quienes albergan dudas y los que están completamente en contra. Y siempre que internamente se abría el debate, se acaba concluyendo que lo mejor era evitar la concreción. Y eso debió pensar Feijóo tan sólo 24 horas después, cuando deshizo el camino andado.
“En España la gestación subrogada es ilegal, pero hay españoles que acuden a otros países, se traen bebés y se les inscriben como hijos en adopción o como hijos directos. Este debate hay que darlo. No hay un pronunciamiento del PP, sino decir que hay un debate que debemos ordenar”, dijo, y añadió que no es una cuestión urgente. Esto es, no está en las prioridades del partido, por lo que todo seguirá igual, toda vez el Ejecutivo fue taxativo en su posición y el partido naranja, único que defiende la gestación subrogada, está en vías de desaparición.
Así las cosas, y sorteando el caso Obregón que lo acaparó prácticamente todo, la tendencia iniciada tras la fallida moción de censura de Vox se consolidó en términos políticos. Pese al varapalo del Tribunal Supremo por el cese de Pérez de los Cobos, el Ejecutivo pudo exhibir la aprobación de la reforma de las pensiones por amplia mayoría en el Congreso y su fortaleza internacional, con el viaje de Sánchez a China. Tanto como para que, en el viaje precisamente al gigante asiático, el jefe del Ejecutivo pareciera olvidarse de todos los marrones políticos que le han asediado en los últimos meses y esbozar cierto optimismo de cara a las elecciones que están por llegar este año.
“La reforma laboral o la de las pensiones valen una legislatura”, afirmó en una conversación informal con periodistas, tal y como recoge El País. Y reivindicó la fórmula de la coalición pese a las tensiones y el desgaste en el Ejecutivo. “No queda otra”, reconoció a las claras, con las encuestas en la mano. Y de ahí que todo el PSOE esté muy pendiente y preocupado con lo que pasa a su izquierda, entre Unidas Podemos y la vicepresidenta Yolanda Díaz, como publicó este diario.
“Por experiencia, las tensiones y las divisiones de la izquierda no son buenas”, declaró Patxi López en la Cámara Baja. Pero en un sector del PSOE empieza a calar la idea de que Pablo Iglesias “no” quiere pactar con Díaz, como “tampoco quiso negociar con el PSOE la reforma de la ley del sólo sí es sí”. “Iglesias está siguiendo su propia estrategia, que no tiene por qué ser la estrategia que beneficia a la izquierda política de este país”, en palabras de un líder territorial, en conversación informal con El Huff Post.
En todo caso, en Moncloa se unieron a las buenas vibraciones de Sánchez, pese a que todas las encuestas siguen dando al PP como ganador en las próximas elecciones. “Estamos mucho mejor que hace tan solo unas semanas”, subrayaron las fuentes consultadas, que desdeñaron la posibilidad de que el caso De los Cobos o las cesiones a los independentistas puedan provocar movimiento de voto. “Los líos lo tienen en Génova”.
Aunque, como ya dijo esta misma semana un alto cargo socialista, "estamos en un momento político de locura. En 24 horas pasas de estar KO a recuperarte”. Y aún no había saltado a la palestra el bombazo de Ana Obregón. Presumiblemente todo bajará de intensidad en Semana Santa para arrancar, a partir del lunes de Pascua, una campaña electoral que tendrá su primer hito en las elecciones de finales de mayo, las autonómicas y locales. “La verdadera prueba de fuego”, como subrayó el citado dirigente del PSOE.