Rueda proclama que "Galicia aspira a todo" con un aviso: quien quiera "romper" la unidad le tendrá "enfrente"
El presidente de la Xunta juró el cargo en el parque de Bonaval ante un millar de personas, entre los que se incluyeron ministros, predecesores y expresidentes del gobierno, como Mariano Rajoy.
El presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, ha jurado su cargo ante el Estatuto de Autonomía con una proclama: trabajar por el "interés supremo" de la comunidad que dirige desde que en mayo de 2022 se convirtió en sexto presidente autonómico al suceder a Alberto Núñez Feijóo. No en vano, ha proclamado que "Galicia aspira a todo".
Pero también ha recalcado que él quiere realizar el camino acompañado del resto de presidentes autonómicos y en igualdad de condiciones, y ha reivindicado los principios "comunes" del sistema autonómico y la relevancia de ese enfoque de la unidad, del que se ha ubicado como "aliado inquebrantable". Por ello, ha avisado: quien quiera "romper" dichos principios le va a encontrar "enfrente".
Antes, un Rueda que se emocionó en un par de ocasiones -sobre todo al recordar a su padre, el fallecido José Antonio Valenzuela-, ha dado las gracias a quienes se desplazaron a la capital gallega para acompañarle, y ha destacado la "comprensión" del jefe del Legislativo por aceptar el traslado al parque de un evento que, en las últimas legislaturas, acogió el Pazo do Hórreo.
Entre el millar de invitados que fueron al parque de Bonaval estaban sus tres predecesores en el cargo -Alberto Núñez Feijóo, ahora líder del PP; y los expresidentes socialistas Emilio Pérez Touriño y Fernando González Laxe-, con quienes entró antes del acto en el Panteón de Galegos e Galegas Ilustres a depositar un centro de rosas blancas con otras flores que aportaban un toque azul sobre la tumba de Castelao.
A renglón seguido, acompañado del ministro de Transportes, Óscar Puente, y del jefe del Legislativo, Miguel Santalices, ha entrado en el parque, donde han seguido el acto el expresidente Mariano Rajoy, y los presidentes de Asturias, el socialista Adrián Barbón; así como los mandatarios populares de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco; Aragón, Jorge Azcón; y Murcia, Fernando López Miras. También estaban los líderes de BNG, Ana Pontón, y PSdeG, José Ramón Gómez Besteiro.
En el acto formal, que precedió a un cóctel, Rueda ha incidido en el "simbolismo" de la ubicación elegida para su segunda toma de posesión -el fallecido Gerardo Fernández Albor lo hizo en su primera ocasión en la iglesia de San Domingos de Bonaval- y, tras bromear con que no es él de "muchas citas históricas", ha querido parafrasear partes de discursos de sus antecesores.
Guiño a sus predecesores
El primero al que ha citado es a Albor, cuando asumió idéntico "compromiso reconociendo en España una única nación de realidad plural", antes de recordar la "realidad constitucional y estatutaria" de Laxe; y cómo el fallecido Manuel Fraga reivindicó las "reglas de oro" de Constitución y Estatuto como "base común" para "nuevos logros".
Con Touriño ha compartido la premisa de que su "máxima satisfacción" sería poder decir que estuvo "a la altura" de su pueblo, antes de citar a Feijóo y su recuerdo a sus antecesores: "Sé del cariño, dedicación y esfuerzo que todos ellos le dedicaron al trabajo más honroso al que gallego alguno puede aspirar, presidir la Xunta".
A renglón seguido, ha proclamado que asumía el encargo del pueblo gallego, a través del Parlamento, de ser el presidente de la Xunta, con el objetivo de aportar su "modesto gran de arena" a la "noble causa" que "otros iniciaron y otros continuarán". Lo hace, ha dicho, "con la humildad de un gallego que ama a su tierra" y "de un servidor público".
Pero también con "responsabilidad e ilusión". "Con la responsabilidad de gobernar para todos. Siendo fiel a la palabra dada, fundamental es ser honesto y perseverante", ha advertido, pero también "con ilusión y ganas", con "virtudes y defectos", con "aciertos y errores" --por los segundos ha pedido perdón por anticipado--". Y con un estilo propio en el que, ha recalcado, no hay espacio para "pompa ni soberbia".
"Galicia aspira a todo"
En su discurso, ha incidido en que cree en el "diálogo, el espíritu de cordialidad y el consenso" como claves para avanzar, además de la unidad. "Porque es en la concordia donde Galicia se reconoce especialmente", ha apostillado.
"Somos un pueblo fraterno y unido. Un pueblo maduro y sosegado, y así nos reconocen, pero orgullosos de ser así. Galicia es abierta y amable, pero también firme. Por eso, Galicia puede ser, y será lo que quiera ser. Somos la Galicia Calidade. La Galicia cada vez más de moda", ha recalcado, antes de añadir: "Galicia aspira a todo".
Pero, al tiempo, ha subrayado que "siempre al lado del resto de comunidades" y se ha referido a los mandatarios presentes para agradecer su presencia. "Todos formamos parte del mismo país. Trabajaremos defendiendo lo nuestro nunca pasando por delante de nadie pero nunca permitiendo que nos quedemos atrás", ha aseverando, calcando el hábito de Feijóo de pasar del gallego al castellano para las referencias estatales.
Rueda apostará por la "unidad"
Tras reivindicar el sistema de las autonomías, Rueda ha proclamado que en su Gobierno siempre se va a encontrar "un aliado inquebrantable" de quienes defienden los principios "comunes" del autonomismo y la unidad. Y aunque ha evitado la confrontación en el discurso, ha lanzado un aviso: "Los que quieren romperlos nos tendrán siempre enfrente. Yo voy a defender y reivindicar frente a todos ellos lo que Galicia merece".
"Defenderé y reivindicaré siempre a Galicia, que tenga lo que merece. No más que otros, no menos que nadie. Se ha hablado de estilos, pero yo vengo aquí a defender el 'estilo Galicia'. El de una comunidad que prospera en la moderación y huye de los extremismos, que cree en la estabilidad como valor político, social y económico, que lucha por lo que merece dentro de las reglas del juego, exigiendo que se respeten pero sin romperlas. Hacerse escuchar y conseguir cosas", ha proclamado.
"Defenderé y reivindicaré nuestra voz y nuestro modo de hacer las cosas. Nuestra política sin crispaciones. Nuestra estabilidad. Nuestra filosofía del 'sentidiño'", ha agregado.
Convencido de que en esta Galicia "cabemos todos", Rueda ha afirmado que su único objetivo y lo que pide es "no estar solo" en la "gran tarea" que tiene por delante. Agradecido a los conselleiros que le han acompañado en los últimos dos años y también a los que lo hagan a partir de este domingo -cuando prevé desvelar los nombres que integrarán su nuevo Ejecutivo-, ha subrayado que su Gobierno "compartirá amor por Galicia".
"Con todos vosotros quiero hacer este camino"
Rueda ha defendido en el tramo final de su discurso que los poéticos deben tener "los pies en la tierra", un motivo por el que ha considerado "fundamental" tener al lado "a gente sincera, la familia, los amigos de verdad, los colaboradores, la gente que te diga las cosas, que te recuerden por qué estás aquí y la mayor forma de acertar".
"Yo dediqué la mayor parte de mi vida al servicio público y no me arrepiento, es duro pero merece la pena. El honor de estar hoy aquí es el mayor honor que puede tener un servidor público. Por eso hoy, más que tomar posesión como presidente de la Xunta, tomo posesión como primer servidor de Galicia. El primer servidor de todos vosotros, y con todos vosotros quiero hacer el camino", ha concluido.