Ribera a Competencia, la apuesta de Von der Leyen que empodera a la española y escuece al PPE

Ribera a Competencia, la apuesta de Von der Leyen que empodera a la española y escuece al PPE

La presidenta de la Comisión Europea presentará esta semana su plantel ideal de comisarios y se ha filtrado que apuesta por la socialista en una cartera inesperada. Tiene tanta enjundia que a los conservadores no les gusta tener a una adversaria ahí.

Teresa Ribera, vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, en una reunión sobre energía en Bruselas, en 2022.Thierry Monasse / Getty Images

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, presentará su equipo de comisarios para la X legislatura la semana entrante, durante el pleno del Parlamento Europeo en Estrasburgo (Francia). Lo esperado es que hubiera dado a conocer los nombres y los cargos el pasado 11 de septiembre, pero un trámite nacional pendiente con la nominación de Eslovenia ha retrasado las cosas. 

La burocracia amplifica las quinielas, los cotilleos y las especulaciones en las instituciones comunitarias, tan dadas a ello. Y justo la aspirante española a la CE está en el centro de ellas. Teresa Ribera, la actual vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, es un peso pesado en el nuevo equipo y, hasta ahora, siempre se ha dado por seguro que acabaría siendo comisaria de Transición Verde o Ecológica, Energía o Medio Ambiente, dependiendo de cómo se llame y qué competencias definan la cartera por venir. Sin embargo, el Financial Times ha informado de que Von der Leyen ha pensado otro destino para ella, el de Competencia, un cargo con enorme poder, y esa es hoy la comidilla en Bruselas. 

El diario, británico cita dos fuentes diferentes para confirmar la apuesta de la conservadora alemana, que supondría un empoderamiento mayor del esperado de Ribera, ya de por sí uno de los nombres más potentes de la remozada Comisión, tanto por su trayectoria como por su conocimiento de las materias que ha tratado y el reconocimiento de su sector, incluyendo correligionarios y no correligionarios. La española tiene lo que Von der Leyen reclamaba a los estados: curriculum, experiencia de gestión, experiencia de ejecución y, a ser posible, sexo femenino, por más que los miembros la hayan desoído y la paridad sea un imposible en los próximos cinco años

Antes de las elecciones, la aún ministra española decía a POLITICO que quería un cargo ambiental pero "de gran alcance", siempre y cuando tuviera "fuerza". Competencia es más económico pero, teniendo en cuenta que la apuesta verde es ya indisoluble de los demás pasos de la CE por pura supervivencia, podría ganar un empleo mixto y, sobre todo, con más capacidad de ejecución, con rango de vicepresidenta ejecutiva, y con poder de decisión, sobre todo.

¿Por qué es tan jugosa Competencia? Porque es una cartera con enorme impacto en lo económico y en lo regulatorio. El comisario de Competencia es el encargado de velar por la libre competencia económica y empresarial en el Mercado Único, a través de la vigilancia en el riguroso cumplimiento por los agentes económicos de las normas que la regulan. También, fundamental, por medio de la función sancionadora, si se da el caso preciso. Para todo ello se sirve de los servicios de la Dirección General de Competencia, importante también porque si acabara en Transición o Energía, carecería de direcciones de esta naturaleza que, en la práctica, son las que hacen y deshacen.

La oficina, ocupada en los últimos diez años por la danesa Margrethe Vestager -reconocida por ello como una de las mujeres más poderosas de los Veintisiete-, es la encargada, pues, de aprobar o de oponerse a fusiones y compas de empresas y de investigar posibles prácticas que no sean garantistas, que sean anticompetitivas. Un terreno muy delicado, en el que está en juego mucho dinero, que desde hace un tiempo cuenta con dos herramientas para tenerlo todo fiscalizado: el Acta de Servicios Digitales (DSA) y el Acta de Mercados Digitales (DMA), con los gigantes digitales y sus excesos en la diana

Hace pocos días, Ribera señaló que la transición verde de Europa debe ser "una agenda industrial enorme, fantástica y prometedora: una agenda de innovación", y esa sería su marca de la casa, compartida con Von der Leyen: lo ecológico puede ser, también, provechoso para los negocios del viejo continente. Y esta misma semana, el exprimer ministro italiano Mario Draghi presentó un informe sobre el futuro de la competitividad europea en el que urge a acometer un "cambio radical" en la Unión para impulsar su crecimiento y seguir plantando cara a Estados Unidos y China en un entorno internacional más competitivo e inestable. Una especie de biblia para quien tenga que llevar las riendas de la economía común en este mandato. 

Pese a la información del FT, cuyas fuentes comunitarias son habitualmente inmejorables, hay otros nombres que también resuenan para Competencia, como el austriaco Magnus Brunner, actual ministro de Finanzas en su país y conservador como Von der Leyen. Lo que sí se constata en la prensa comunitaria como una apuesta segura es que la cartera que ha diseñado Von der Leyen, la lleve quien la lleve, serás más integradora, más transversal y más interconectada con otras áreas. 

Medios como Euronews también insisten en que no se descarta que Ribera asuma finalmente una cartera de Transición Social, Digital y Verde, que mezcla conceptos ecologistas y económicos, con un toque social que es justamente un de las obsesiones de la española, como confirmaba en una entrevista con El HuffPost el pasado abril, en la precampaña de las elecciones europeas. El problema, en este caso, es que hay más perfiles potentes como el suyo, hay más competencia dentro del tetris que tiene que jugar Von der Leyen. Entre los favoritos para ese cargo está Jozef Sikela, ministro de Industria y Comercio de la República Checa, de centroderecha. En cuestiones energéticas, se impone a la vicepresidenta, porque es partidario de la nuclear, un asunto ante el que Ribera siempre se ha posicionado en contra y que es piedra de toque, por ejemplo, con países como Francia.

Ursula von der Leyen, el pasado 9 de septiembre en Bruselas, presentando el informe final sobre el futuro de la competitividad de la UE elaborado por Mario Draghi.Thierry Monasse / Getty Images

A la derecha no le gusta

Los socialistas europeos son prudentes ante estas especulaciones, pero la derecha, los miembros del Partido Popular Europeo (PPE) al que pertenece la presidenta de la CE, no lo están siendo tanto, porque la idea de que Ribera ocupe Competencia les repele y así se lo están haciendo saber a los medios. La razón es clara: no quieren que una socialista tenga tanto poder. Entienden que se le dé a su grupo, y aún a España, un buen puesto, una vicepresidencia ejecutiva incluso, pero Competencia... es demasiado trofeo. 

Como expone POLITICO, el PPE no quiere que a Ribera se le ponga en las manos un timón "determinante" en la economía de los Veintisiete, con un "control significativo" sobre la industria, "en un momento de gran transformación". No sólo es un recelo contra alguien que venga de la socialdemocracia, sino en particular contra la aspirante española, a la que ven demasiado izquierdista, demasiado radical, demasiado verde, justo los mejores valores que le ven desde el otro lado de la bancada. 

El problema es que el Partido Popular Europeo es el mismo que cobija a Von der Leyen y enmendarle la plana públicamente es chocar con alguien de la familia y, además, una mujer que ha logrado convertirse en el rostro de Europa, en su interlocutora con el mundo, que ha repetido candidatura y ha vuelto a salir elegida como presidenta porque tiene una base multicolor que la respeta y acepta. Difícil abrir ese melón. 

Aunque a los conservadores no les guste que sea Ribera la que reviva a su modo la industria comunitaria, la que marque hojas de ruta y diseñe la próxima generación, vetarla es tener guerra abierta con la líder máxima de la Unión. Es la llamada "opción nuclear" que nadie cree que se dé, por drástica. Aparte de que sea la elegida por Von der Leyen, si las informaciones son correctas, la española suma poderes propios: es mujer (cuando hay pocas en la CE y la alemana las quiere en puestos de poder), es la candidata de mayor antigüedad de las cuatro que plantea el Grupo de Socialistas y Demócratas (el PPE tiene 13 puestos sobre 27) y proviene de una notable economía europea (España es la cuarta economía más pujante, dice Eurostat).

Hay más problemas: si la derecha dice no a Ribera, puede enfadar a los otros grupos de la Eurocámara, cuando el hemiciclo forzosamente tiene que pasar a examen a todos los candidatos a comisario, lo que puede llevar a la la izquierda o los verdes tumben a otros candidatos populares que a priori van a salir sin complicaciones. Un rechazo de plano es un tiro en el pie y es lo que hace pensar que, al final, la socialista pasará. 

Así que se entiende que, si Ribera va a Competencia al fin, el PPE va a intentar rebajar las atribuciones de su cargo, que no sea tan poderoso o que tenga más supervisión por parte de otros comisarios. También está la opción de que antes de ser elegida se pacten compromisos con ella sobre determinadas materias, que luego no pueda alterar en su gestión. Complicado equilibrio. 

Ya queda poco, en esta semana salimos de dudas con la lista de Von der Leyen y su nuevo Ejecutivo, cada miembro de un país. Nada está cerrado, hay margen siempre para sorpresas. El Parlamento Europeo celebrará una votación en la que los eurodiputados deberán decidir si aprueban la composición del conjunto de la Comisión, tras comparecencias en comisión y exámenes para conocer qué saben, cuánto valen y si son aptos todos los aspirantes. En el caso de Ribera, el presidente español, Pedro Sánchez, dice que no hay miedo: "Es una mujer que tiene las capacidades para lograr todo lo que ella se proponga".