Por qué el plan de vivienda social del Gobierno quedará en manos de las comunidades

La letra pequeña. Siempre hay que mirar la letra pequeña. Este martes, está previsto que el Consejo de Ministros dé luz verde a una importante medida en materia de vivienda, la puesta disposición de 50.000 viviendas de la Sareb -más conocido como el banco malo- para destinarlos a alquiler social y asequible.  A todas luces, una de las medidas estrella de la legislatura en este ámbito que acompañará a la futura Ley de Vivienda, para la que se ha logrado acuerdo con ERC y EH Bildu.

En este sentido, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunció el pasado fin de semana en un acto en Valencia la iniciativa, que a su vez forma parte de un compromiso mayor, puesto que la meta está fijada en llegar a impulsar hasta 100.000 viviendas para alquiler social. No obstante, de esas 50.000 que fueron anunciadas ni todas se reparten de forma homogénea por el territorio español, ni todas están construidas ya. 

Al igual que otros aspectos de la propia Ley de Vivienda, algunas cuestiones de este plan de vivienda social con los inmuebles de la Sareb quedará en manos de comunidades autónomas y ayuntamientos. ¿Por qué? En líneas generales, por el propio entramado competencial y por los distintos bloques que conforma el parque de la Sareb. 

Así se distribuye el grueso de viviendas de la Sareb

La propia ministra de Transporte, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez, ha detallado en una entrevista en La Vanguardia las claves de la distribución de las viviendas en manos de un 'banco malo' que ya cuenta con mayoría de capital público desde hace cerca de un año. Y ya ha anticipado que "los plazos de maduración van a ser diferentes", que "habrá distintas velocidades" y que "la Sareb tiene viviendas donde las tiene".

Tras recordar que "desde que asumimos el control público de la Sareb en los últimos meses se han regularizado 14.000 contratos de alquiler social con familias vulnerables", la titular de Agenda Urbana se ha referido al "paquete de 21.000 viviendas que son las que se pondrán a disposición de las comunidades autónomas y ayuntamientos". Este será complementado con la movilización de "los suelos que son propiedad de la Sareb para que se pueda construir vivienda pública".

Así, habrá tres grandes bloques. El primero lo conformarán esas 21.000 viviendas que se destinarán a CCAA y entidades locales y que se corresponden con inmuebles “que potencialmente pueden tener ese uso social”, según el Ministerio de Asuntos Económicos -en una afirmación recogida por El País-. Tal y como recoge el citado diario, citando fuentes del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), estas están “en comercialización” pero “no se ofrecen en exclusiva” a comunidades y ayuntamientos.

De ahí una de las principales dudas sobre este plan, si estas administraciones no han mostrado interés antes por ese grueso de vivienda, ¿qué es lo que les llevaría a hacerlo ahora? En este aspecto, será determinante conocer la letra pequeña (económica) de la iniciativa del Gobierno. 

El segundo gran bloque de estas viviendas que se destinarán a alquiler social está integrado por esos 14.000 contratos a los que ha hecho referencia la titular de Agenda Urbana. Según recoge El País, de estas, 10.000 las ocupan personas con rasgos de vulnerabilidad y 4.000 no cuentan con ese perfil. Sin embargo, en este programa se registran entradas y salidas de forma periódica, por lo que podrían integrarse otras personas.

¿Dónde están ubicadas la mayoría de viviendas de la Sareb?

Y es que juega un papel clave la distribución de unos inmuebles de la Sareb que se aglutinan en mayor medida en un puñado de comunidades. "La mayor parte están ubicadas en Catalunya, Comunidad Valenciana y Andalucía, comunidades donde además existe un problema de acceso a la vivienda y hay áreas tensionadas", ha apuntado la ministra Raquel Sánchez al diario catalán.

Según ha publicado El País este martes, citando datos de la web de la Sareb, el parque de vivienda del 'banco malo' está conformado por 46.542 viviendas. Siete de cada diez de esos inmuebles se reparten de la siguiente manera en estas cuatro comunidades:

Las viviendas a levantar en suelo de la Sareb

Finalmente, hay una tercera pata o un tercer gran bloque en lo relativo al anuncio con las viviendas del 'banco malo'. Para completar esa meta de unos primeras 50.000 inmuebles destinados a alquiler social hay que tener en cuenta que 15.000 de ellas todavía no existen. Hay que levantarlas y eso conllevaría años.

Según fuentes de la Sareb -recogidas por El País- “las primeras licitaciones [para este fin] podrían salir en verano”. El método sería el usual en este tipo de circunstancias, la cesión de superficie a particulares con el objetivo de que construyan y cobren el alquiler durante un plazo que no podrá ser inferior a 50 años ni superior a 80. La función de la Sareb sería la de determinar un tope a ese alquiler para que se garantizase que es asequible.

Cabe destacar que de esas 15.000 viviendas previstas, cerca de 10.000 se edificarían en parcelas ya disponibles, pero "no todas a la vez". Las otras 5.000 se hallan en solares identificados pero sin llegar a ser 'suelo finalista', por lo que aún no estarían disponible la posibilidad de construir, a falta de diversos procesos y trámites urbanísticos.