Puigdemont vuelve a tener todo el foco

Puigdemont vuelve a tener todo el foco

“Debe estar encantado”. PSOE y Sumar quieren pactar con él y el PP incluye a Junts en su ronda de contactos. “La clave está en que no pida imposibles”, dicen en Moncloa.

Una mujer hace una foto con su móvil a Carles Puigdemont.AFP via Getty Images

Entonces como presidente de la Generalitat de Cataluña, Carles Puigdemont impulsó la celebración de un referéndum ilegal el 1 de octubre de 2017 que derivó en la declaración unilateral de independencia el día 27 de dicho mes. La maquinaria del Estado se puso en marcha para mantener el orden constitucional y Puigdemont se fugó acusado por la Justicia de los delitos de rebelión, sedición y malversación de caudales públicos. Hoy por hoy, si volviera a España, sería arrestado. Desde Waterloo, donde reside, dirime ahora el futuro de la gobernabilidad del país. El PSOE y Sumar quieren pactar con él y el PP le ha incluido en su ronda de contactos para hacer presidente a Alberto Núñez Feijóo.

Puigdemont fue perdiendo el foco con el paso de los meses al tiempo que la situación política en Cataluña se iba normalizando. A sus comparecencias en el extranjero cada vez acudían menos periodistas y apenas tenía presencia presencia en los medios de comunicación. Puigdemont seguía en Waterloo, pero España parecía haberle olvidado. Hasta la noche electoral del 23 de julio, que arrojó un resultado endiablado y convirtió en decisivos a los siete diputados de Junts. Desde entonces, cada mensaje en redes, cada vídeo enlatado remitido a las redacciones, ha copado todas las portadas.

Puigdemont seguía en Waterloo, pero España parecía haberle olvidado. Hasta la noche electoral del 23 de julio

Este martes, Puigdemont comparecerá en rueda de prensa, y la expectación es enorme. Como antes. De nuevo es el gran protagonista, y quienes han tratado con él aseguran que está encantado de ello. Aunque en calidad de “líder de Sumar”, ni más ni menos que una vicepresidenta del Gobierno, Yolanda Díaz, se trasladó a la sede bruselense del Parlamento Europeo para mantener con él un encuentro, del que salió un acuerdo con Sumar para "explorar todas las soluciones democráticas para desbloquear el conflicto político". Según el diario El Mundo, el ex presidente autonómico también quiere protagonizar reuniones con dirigentes socialistas “de alto nivel”. Toda una reparación pública para un prófugo de la Justicia. La fiscalía del Supremo, el pasado 24 de julio, pidió al juez Pablo Llarena que cursara una orden de busca y captura después de que el Parlamento europeo le retirara la inmunidad.

Para Moncloa, lo importante es que Puigdemont no reclame aquello que no se le puede dar. En el Ejecutivo dan por descontado que habrá que articular una ley de amnistía de la que no se han dado detalles concretos, pero insisten en que no hay opción de celebrar un referéndum ilegal. “No veo ningún margen para el referéndum: no es legal ni útil”, subrayaba José Montilla el lunes en una entrevista en El País. Y añadía, en relación a su homólogo al frente del Gobierno catalán: “Puigdemont ha dicho ‘el problema no soy yo’, y yo le creo”. “No va a ser una negociación fácil. La clave está en que no pida imposibles”, añaden fuentes gubernamentales.

En el equipo de Feijóo dicen entender las reservas de cargos y afiliados pero aseguran que se acabará entendiendo su intención de hablar con Junts, que “no con Puigdemont”

Tras el fracaso de la investidura de Feijóo, el 27 de septiembre, Sánchez espera poder acudir a la suya rápidamente, en octubre, para que la legislatura eche a andar sin demora. Y esto significa que estas semanas son muy importantes para la negociación, que Puigdemont ya ha dicho que quiere pilotar. Emiliano García-Page, que ganó por mayoría absoluta en Castilla-La Mancha, es la voz más crítica dentro del PSOE en relación a estos contactos: “Puigdemont no puede tener sometido a libertad condicional al Gobierno de España”, ha censurado en varias ocasiones. En privado, más voces socialistas se revuelven ante las cesiones a Puigdemont, aunque creen que Sánchez no tendrá impedimentos internos.

En el PP, la decisión de Feijóo de incluir a Junts en la ronda de contactos también ha provocado un seísmo interno, tal y como informó El HuffPost. En varias estructuras territoriales, reconocen que su electorado está “desconcertado” ante el hipotético encuentro. “Junts sí es mi rival, un partido cuya tesis esencial es que España es una dictadura dirigida por un Rey fascista, con el que se niegan a hablar. Que alguien me diga de qué hay que hablar con ellos…”, escribió en Twitter Alejandro Fernández, líder del PP catalán, y en declarada batalla con Génova sobre esta cuestión.

En el equipo de Feijóo dicen entender las reservas de cargos y afiliados pero aseguran que se acabará entendiendo su intención de hablar con Junts, que “no con Puigdemont”. En síntesis, las fuentes consultadas aseguran que “nunca se cederá nada fuera de la Constitución” y que su marco de trabajo es el documento que se le entregó a Sánchez, en defensa de grandes acuerdos de Estado. “Al final, los españoles comprobarán nuestra firmeza frente a un Sánchez que se entregará a los independentistas con tal de seguir en Moncloa”, según el resumen de Génova. “Pues para eso, no hace falta una reunión”, replican en el PP de Madrid.

Sea como fuere, Puigdemont ya ha ganado. Sin cargo orgánico en su propio partido, enemistado con ERC, ha recuperado el protagonismo perdido y todos los focos se posan de nuevo sobre él. Marca la actualidad política de todo el país como se pudo comprobar con la composición de la Mesa del Congreso, cuando lo más relevante era saber qué iban a votar los siete parlamentarios de Junts, que apretaron el botón verde, permitiendo a la primera que Francina Armengol fuera presidenta de la Cámara. Como regalo, Junts logró grupo propio pese a no cumplir los requisitos. “Debe estar encantado”, coinciden diputados de uno y otro color político.

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Corresponsal político de El HuffPost.