Puigdemont se presentará a las elecciones catalanas "para acabar el trabajo" y se ofrece a encabezar una lista unitaria independentista
El expresidente catalán y líder de Junts ha lanzado su candidatura en un acto en Elna (sur de Francia), donde ha llamado a "restituir la Presidencia injustamente arrebatada por el artículo 155". Renuncia a presentarse a las elecciones europeas.
Aún no sóc aquí, pero le queda poco para poder decirlo literalmente. Carles Puigdemont ha anunciado que concurrirá a las elecciones catalanas del 12-M "para acabar el trabajo". El líder de Junts se ha ofrecido a encabezar una lista unitaria del independentismo, porque "ni Esquerra ni Junts ganan por separado".
"No busco lo más cómodo a nivel personal y no se entendería que ahora que se abre una oportunidad para hacer posible la restitución de aquella Presidencia injustamente arrebatada yo rehuyese esta responsabilidad por razones de comodidad personal", ha explicado. Se esperaba su paso adelante y este ha llegado en una comparecencia con todo el boato que le gusta, en el simbólico rincón francés de Elna y rodeado de unas mil personas, incluida la plana mayor del partido.
Lo que no ha dejado claro el actual eurodiputado es una fecha, ni un horizonte, para su futuro retorno a España al abrigo de la futura ley de amnistía, que ha defendido como una "victoria" ante el Estado seis años y medio después de su huida.
Su decisión conlleva la renuncia, también confirmada, de presentarse a las elecciones europeas, como era su intención hace meses. Su objetivo, ha explicado, ahora es otro, amparado en la necesidad de un "liderazgo fuerte", como ha expuesto ante altos cargos de Junts como Jordi Turull, Laura Borràs, Xavier Trias, Míriam Nogueras y Albert Batet, así como exconsellers de su Govern en 2017, como Josep Rull, Joaquim Forn o Lluís Puig.
A ellos les ha dejado claro que su plan pasa por ir "más allá de Junts per Catalunya" en un intento de lista unitaria que para Puigdemont se enfrenta a "poderosas resistencias" y a la "precipitación" con la que se han convocado elecciones, que no permiten disponer "del tiempo necesario para vencerlas".
"Queremos acabar el trabajo" hacia la independencia catalana, ha justificado en una larga perorata trufada de referencias históricas y gritos de president, president del público. Su candidatura muchos la daban por segura desde que se convocaron los comicios anticipados y hasta él mismo se había dejado querer, mostrando su convencimiento de que podría estar presente en el debate de investidura en el Parlament.
Dicha sesión tendrá lugar a finales de junio, unas fechas en las que la amnistía ya sí podría haber entrado en vigor, garantizando así su regreso.
Desde que huyó de la Justicia camino a Bélgica a finales de 2017, Puigdemont ha encontrado refugio en Bélgica. Desde allí ha desarrollado en los últimos años la labor de eurodiputado, en constante disputa judicial con España y, en concreto, con el juez Llarena.
En su largo parlamento, el expresidente catalán ha hecho un repaso al "alto precio" personal que ha pagado en estos seis años y medio de autodenominado "exilio" y "represión del Estado español".
Con amnistía pero sin fecha aún
En la decisión conocida este jueves ha jugado un papel decisivo la ley de amnistía que el Gobierno ha pactado con los independentistas, pese a la oposición de PP y Vox. Precisamente Junts ha sido la gran 'piedra' en las negociaciones, hasta conseguir una modificación del texto que pueda cubrir las causas por terrorismo en las que se encuentra inmerso Puigdemont.
Sin embargo, la mayoría absoluta popular en el Senado va a ralentizar sobre manera la tramitación y previsible aprobación, por lo que hará imposible su entrada en vigor antes de las elecciones del 12-M, condicionando la campaña. Tanto es así, que los post-convergentes han llegado a verbalizar sus sospechas de que Pere Aragonès convocase las elecciones para dicha fecha jugando con que la amnistía aún no estuviera aprobada.
Por ello, el líder de Junts no ha hecho mención a su regreso físico a España ni a ninguna fecha concreta y se ha limitado a hablar de una "oportunidad", palabra que ha repetido en numerosas ocasiones. Entre aplausos, ha apuntado que "en dos meses estará aprobada la amnistía; hemos llevado nuestra estrategia al Estado y ganamos".
En la actualidad el político mantiene en su contra una orden nacional de captura que dictó el juez instructor del 'procés' en el Supremo, el magistrado Pablo Llarena, por desobediencia y malversación.
Así, podría ser detenido al pisar suelo español si en ese momento no ha entrado en vigor la ley de amnistía, que fija que los jueces y magistrados que conozcan de las causas afectadas por la norma tienen que levantar las medidas cautelares, como es el caso de las órdenes de detención.
La Cataluña que espera al expresident
Como bien ha puntualizado el protagonista del día "el contexto de la Cataluña de hoy no es el mismo que el de 2017". No en vano, las últimas encuestas dibujan un panorama difícil para el expresidente catalán. Con el PSC de Salvador Illa como favorito, Junts aparece como tercera opción y con una potencial caída en escaños, igual que ERC, que podría ser segunda fuerza.
La caída en apoyos del independentismo podría dejarles sin mayoría en el Parlament, pero todas esas encuestas se han hecho sin Puigdemont como candidato oficial. Su aparición, para algunos mesiánica, podría modificar las cuentas políticas de cara al 12-M. Porque, a diferencia de 2021, cuando figuró como número 1 simbólico en las listas de los post-convergentes, ahora lo hace con un liderazgo total.
El anuncio ha llegado en la localidad francesa de Elna y no en Bruselas o Estrasburgo, feudos de la Unión Europea por los que se mueve Puigdemont habitualmente. Para el independentismo catalán, esta población de poco más de 7.000 habitantes del sur de Francia, pegada a Perpignan y a la frontera con España, es un lugar pleno de significado y lo consideran parte de la 'Cataluña del Norte'.
En los años posteriores a la Guerra Civil sirvió de refugio para los exiliados catalanes y en los compases previos a la votación ilegal del 1 de octubre de 2017 en sus calles se almacenaron las urnas que luego llegaron a toda Cataluña. Más recientemente, Puigdemont y su entorno ya han celebrado actos dentro de este rincón cuasi fronterizo.