Preocupación en el PP por el voto exterior para las gallegas: "Puede ser decisivo"
Hay nervios por un posible 'efecto Milei' que pueda beneficiar a Vox entre los residentes en Argentina. En Génova son claros: "Pase lo que pase el domingo, nadie moverá la silla a Feijóo”
Fin de campaña turbulento para el PP. Pese a que la mayoría de encuestas y últimos trackings internos arrojan una mayoría absoluta para los populares en las elecciones gallegas del próximo 18 de febrero, en Génova admiten cierto nerviosismo e incertidumbre ante lo que pueda pasar en el feudo histórico de la derecha. Voces internas del partido admiten que la campaña “no ha ido bien”, especialmente en estos últimos días, y esperan “no cometer más fallos” y que “la cosa se quede como está”.
La crisis por el indulto condicionado a Puigdemont, que fuentes al más alto nivel del partido transmitieron en un off con periodistas de dieciséis diferentes medios, ha reavivado el debate interno del PP sobre la relación que ha de mantenerse con Junts y ha servido, a su vez, como gasolina a los partidos de izquierda para arañar votos en unos comicios donde el último escaño de cada provincia puede decidirse por un puñado de papeletas.
Los populares siguen confiando en los buenos pronósticos, pero también admiten que los trackings apuntan a una mayoría absoluta muy ajustada. Cada voto cuenta, incluido el procedente del exterior. Cabe recordar que más de 476.500 residentes gallegos fuera de España tienen derecho a voto el próximo domingo. De este modo, esa Galicia exterior representa casi un 18% del total de 2.693.624 ciudadanos que están llamados a las urnas el 18-F.
Los gallegos que residen en Argentina, hasta 166.289 electores, forman la 'colonia' más decisiva. Y en Génova preocupa que el 'efecto Milei' haya podido beneficiar especialmente a Vox después de que el presidente argentino haya pedido expresamente el voto para los de Abascal. En el PP reconocen que para estas elecciones no se ha cuidado tanto el voto exterior como en anteriores comicios y que eso puede ser “decisivo” en los resultados, más aún con una horquilla tan justa.
En todo caso, en el PP no quieren ni oír hablar de la posibilidad de perder la Xunta, pero a su vez transmiten que ese hipotético escenario no supondrá el fin de Feijóo como líder del partido. De hecho, el presidente popular ha convocado a los barones territoriales 48 horas después de las elecciones para celebrar un Comité Ejecutivo Nacional donde se valorarán los resultados de las gallegas y se fijará una nueva estrategia con las vascas y europeas a la vuelta de la esquina. “Pase lo que pase el domingo, nadie moverá la silla a Feijóo”, señalan desde Génova. Para estas fuentes, su liderazgo no está en cuestión.
Por otro lado, continúa la preocupación en el PP ante la posibilidad de que Junts diga “algo más” que pueda desbaratar la recta final de la campaña. Los de Puigdemont ya lo advirtieron ayer en boca del portavoz de la formación, Josep Rius: “Ya hemos dicho todo lo que teníamos que decir [sobre los encuentros con el PP], si tenemos que añadir algo, lo haremos”.
La 'bomba' de este martes procedente de Marta Rovira, asegurando que los populares también intentaron negociar con ERC la investidura de Feijóo, ha generado mucha menos preocupación interna porque consideran que se ha explicado de forma nítida y clara que se trató de una conversación informal en los pasillos del Congreso.
Según han detallado desde el partido, el dirigente Carlos Floriano habló con una diputada “de manera coloquial” en agosto sobre que “deberían dejar gobernar a la lista más votada. Sin más". Pero toda la atmósfera de ruido y polémicas están provocando mucho malestar y nerviosismo en el PP a sólo cinco días de que se pongan las urnas en Galicia. "Que termine ya la campaña”, es lo único que se repite una y otra vez en Génova.