Los planes de Feijóo y el PP se estrellan contra la Mesa del Congreso de los Diputados
Los argumentos del líder popular se desmoronaron este jueves cuando Vox decidió no apoyar la candidatura de Cuca Gamarra para presidir el Parlamento mientras Armengol, la candidata de Pedro Sánchez, cosechaba 178 apoyos.
"Hemos ganado las elecciones y tenemos comprometidos 171/172 escaños", clamaba Alberto Núñez Feijóo, candidato del Partido Popular a la presidencia del Gobierno, este miércoles ante los suyos en referencia al apoyo de la ultraderecha de Vox y Coalición Canaria, que daba por hechos. Insistió 17 veces en 18 minutos que él había ganado las elecciones, mientras remarcaba con insistencia su afán por presentarse y ganar una potencial investidura en el Congreso de los Diputados que lo aupara hasta La Moncloa.
La Cámara Baja se ha constituido menos de 24 horas después y los votos que ha recabado la candidata de Feijóo a presidir la Mesa del Parlamento, Cuca Gamarra, diluían los argumentos de su líder. La opción de Gamarra conseguía 139 apoyos (todos los diputados del PP, 137, más dos de Coalición Canaria y UPN), Vox decidió votar por su propio candidato; Ignacio Gil Lázaro (33 apoyos), y la candidata del PSOE, Francina Armengol conseguía 178, una mayoría absoluta otorgada por las papeletas de su partido, Sumar (30), ERC (7), PNV (6), EH Bildu (7), BNG (1), y Junts (7).
Terremoto político. Toda la atención, que se ha centrado durante días en si Armengol conseguiría los apoyos de Junts, que eran imprescindibles, giraba 180 grados. Todas las miradas se dirigieron a los escaños que ocupaban Gamarra y el gallego, cuyas caras comenzaron a alargarse en cuanto sonó el primer "Gil Lázaro", candidato de Vox, de boca de Cristina Narbona, presidenta de la Mesa de Edad y encargada de cantar los sufragios. Tras el recuento, los aplausos a Armengol han sepultado irremediablemente los anhelos que Feijóo expuso el día anterior de contar con un apoyo amplio.
Vox ha justificado su decisión de votar por su candidato y no por Gamarra en la negativa de los populares de no apoyar al partido que lidera Santiago Abascal para ocupar puestos en la Mesa del Congreso. Los populares declaraban a la Cadena SER poco después que lo de este jueves era algo que tenían "calculado" y que preferían ocupar "cuatro puestos en la mesa" y no ceder ninguno a Vox.
Sin embargo, según han informado el periodista Antonio Maestre, de La Marea, y Pepe Luis Vázquez, de El Español, fuentes del PP afirman que Feijóo se entera del voto de la ultraderecha en plena votación. Por eso, este mismo jueves ha convocado de urgencia a su cúpula directiva para analizar lo sucedido y ver qué pasos dar.
Pese a todo, desde el PP también aseguraban a los micrófonos de la SER que siguen dispuestos pedirle al monarca Felipe VI, en la ronda de consultas que debe hacer con los líderes de los partidos, que elija a Feijóo para presentarse a la investidura en primer lugar. Sin embargo, todo apunta a que tras el portazo que Vox ha dado este jueves al PP, tendrán que hacer esa petición como mínimo arrastrando los pies.
El verano azul que los populares anunciaron antes de las elecciones generales del 23J no ha llegado, a pesar de que Feijóo insiste en que ganaron las elecciones. Pero lo cierto es que, sin ser mentira que fueron el partido más votado, no deja de evidenciarse en cada cita clave que con eso no basta en el sistema electoral español, donde la segunda parte del partido se decide en el Congreso de los Diputados.
Las cosas en el otro lado, el de las aspiraciones del PSOE y Sumar para forjar un Gobierno de coalición, tampoco pintan fáciles. Ante una eventual investidura, Pedro Sánchez y Yolanda Díaz tendrán que hacer juegos malabares y dialogar con los partidos nacionalistas para lograr una mayoría sólida. Lo que queda claro es que, conforme pasan los días señalados, esa dificultad se antoja más sencilla que las opciones de Feijóo de llegar a dormir en La Moncloa.
El otro varapalo a Feijóo: el sobresueldo que ocultó
Por si el desastre de la votación para la presidencia de la Mesa del Congreso fuera poco, este miércoles a última hora se aclaraba una de las cuestiones que entraron de lleno en la campaña electoral: "¿Cuánto cobra Feijóo?". El líder popular trató en un primer momento de escaparse por la tangente a esa pregunta a pesar de que fue una información que le requirió directamente Ander Gil en junio, entonces presidente del Senado.
Tras multiplicarse la presión, terminó por filtrarse que cobraba como secretario general del partido 39.250 euros además de los 70.000 euros anuales que percibía como senador. Pero había 31.850 euros más que percibía por ser portavoz de su partido en la Cámara Alta y que quedó oculta hasta este miércoles al filo de la medianoche, cuando ElDiario.es dio la exclusiva que luego fue confirmada por distintos medios.
Aunque el PP, según la Agencia EFE, ha subrayado que este completo forma parte del régimen retributivo del grupo parlamentario en el Senado y que no se trata de un sueldo del partido, supone una falta de transparencia más en el camino del dirigente popular, que ya empañó buena parte de la recta final de su campaña electoral para las elecciones generales.
Las vicepresidencias y secretarías de la Mesa del Congreso
El resto de los puestos destacados de la Mesa, las cuatro vicepresidencias, también han sido elegidas hoy. La primera para el PSOE, la segunda para el PP, la tercera para Sumar y la última para el PP. La votación por la tercera ha tenido que repetirse ya que la candidata del PP, Marta Rivera, y la de Sumar, Esther Gil, han empatado en votos en la primera vuelta. De los últimos cuatro puestos, los de las secretarías de la Mesa, dos han sido para el PP, 1 para el PSOE y 1 para Sumar. En total, el PSOE y Sumar tienen cinco de los nueve puestos que conforman la institución y el PP los otros cuatro.
La importancia de la Mesa del Congreso es capital en el funcionamiento de la Cámara Baja. Es el órgano que decide sobre la admisión a trámite de las leyes y proposiciones que presentan los grupos y pueden ralentizar o acelerar las iniciativas parlamentarias. Además, también es la que controla los tiempos de intervención y gestiona la composición de los grupos parlamentarios. No en vano es la tercera institución del Estado después del Rey y de la presidencia del Gobierno.
El paisaje parlamentario ya está constituido y todo apunta a que la ruptura de Vox con el PP complica las cosas para una futura investidura de Feijóo, sobre todo teniendo en cuenta que Vox ya le ofreció los votos sin necesidad de integrarse en su Ejecutivo, pero ahora quedándose fuera de la Mesa por iniciativa del PP.