Tras el milagro de Robres: el pueblo de Huesca que se ha convertido en el oráculo de las elecciones generales
El municipio supera ligeramente el medio millar de habitantes, pero se ha convertido en una pieza clave en cada cita electoral. "El desinterés que ha habido en otros sitios, aquí es muy pequeño", señala su alcalde, Álvaro Domec.
Mientras todos los medios de comunicación, la ciudadanía y, sobre todo, los candidatos electorales estarán pendientes de los datos del escrutinio que el Ministerio del Interior irá avanzando durante toda la noche del 23 de julio, a 380 kilómetros de la residencia del próximo presidente o presidenta del Gobierno, España se juega el futuro que quiere para los próximos cuatro años.
Podría ser el resumen de cualquier película de acción de la que, como viene siendo habitual, podría formar parte el actor Luis Zahera. Pero no, a diferencia de otras historias, la que se lleva viviendo desde las primeras elecciones de la democracia en un pequeño pueblo de Huesca sigue siendo digna de estudio.
El pueblo oscense de Robres se ha convertido en un oráculo cada vez que los españoles deben elegir el que será el nuevo inquilino de la Moncloa. Con sus 550 habitantes, el municipio situado en el desierto vivo de Los Monegros es objeto de miradas de los curiosos y entendidos de la política por el fenómeno poco habitual que se produce durante los comicios nacionales.
El Ohio español
Durante la democracia en España, los robresinos y las robresinas han jugado un papel importante pese a no llegar al millar de vecinos. Cada vez que se celebran unas elecciones, el partido que obtiene la victoria en el municipio aragonés, es el mismo que se alza con el triunfo en toda España.
Algo que sirve para recordar el curioso caso que también se da en el estado de Ohio, en Estados Unidos. Muchas han sido las horas que los politólogos han dedicado a explicar el fenómeno que se da cada vez que los norteamericanos son llamados a las urnas.
Desde el año 1964, Ohio se convirtió en uno de los llamados estados bisagra, dónde no hay una tradición arraigada a ser demócrata ni republicano. Algo que sirvió para que los expertos apuntaran de que se trataba de una reproducción perfecta del país, pero con un tamaño mucho menor.
Una situación que también se está viviendo en Aragón y que ya detallaron, en el año 2015, el grupo de sociólogos Equipo Piedras de Papel. En una de las publicaciones que elaboraron, Aragón es nuestro Ohio, ponían en valor que "quien gana en Aragón, gana en España".
Una situación que les "hace mucha gracia"
Lo que se vive desde hace más de cuatro décadas en Robres sigue sorprendiendo a los propios vecinos. Luis Manuel Casáus, director del Teatro de Robres, lo considera como "un fenómeno muy curioso".
"Ya llevamos muchas elecciones a vueltas con este tema. En Robres, nos hace cierta gracia de que lo que ocurre a nivel local, ocurra a nivel nacional. Nos hace mucha gracia", relata.
Luis Manuel Casáus reconoce que ha habido algo que ha sido diferencial en las pasadas elecciones municipales. "Cuando se celebran en núcleos rurales pequeños influye mucho la persona que encabeza la lista. En estas elecciones, he percibido que ha influido también algo el orden. Sobre todo, el segundo y el tercero. Si, a lo mejor, los órdenes hubiesen sido distintos, los resultados podrían haber sido distintos", asegura.
El vencedor de esos últimos comicios fue el Partido Popular, con cuatro concejales y un 52,02% de los votos, frente a los tres ediles y el 45,95% de apoyos que obtuvo el PSOE. El agraciado, el nuevo alcalde de Robres, Álvaro Domec, fue el primer sorprendido por lo sucedido el pasado 28 de mayo.
“Cuando teníamos la lista preparada, faltaba alguien que se pusiera de número uno y yo di el paso. Soy abogado y me gusta este trabajo, pero era imprevisto. No entraba en mis planes por nada del mundo”, señala.
El alcalde del municipio oscense considera que existe "un pensamiento crítico" y de ahí el fenómeno que ocurre cada cuatro años. "No se vota como borregos al que se ha votado siempre, como ocurre en otros sitios. Se valora quién lo ha hecho mejor o peor. En este caso, nos toca al PP, pero cuando el PP lo ha hecho mal, se le ha castigado en la votación. Se ha pensado y se vota inteligentemente”, destaca.
Domec también cree que, entre los vecinos, formado por "muchos autónomos ligados a la ganadería, la agricultura, o personas que trabajan para alguno de esos autonómos", hay interés porque "les afecta directamente".
“El empleado está preocupado por si le va a ir a mal. La gente está interesada. El desinterés que ha habido en otros sitios, aquí es muy pequeño”, justifica, antes de sentenciar que la gente ve las elecciones como una oportunidad para dar "un aprobado o un suspenso".
Pero hay muchas opiniones en el mismo pueblo y, pese al interés que despierta el resultado electoral que salga del pueblo oscense, hay vecinos que también muestran su "desencanto con el panorama político".
Olga muestra su enfado por el constante tira y afloja que tienen muchos de los políticos españoles. "Tanto, por un lado, como por el otro, tengo la sensación de que se ríen de nosotros a la cara mientras se reparten el pastel a nuestra costa", asegura.
La vecina robresina critica que "en cualquier clase de primaria hay más argumentos y educación que en el Congreso y que tanto desencanto sólo puede llevar a la aparición de posiciones extremas y discursos que creo que no benefician a nadie". "Hacen mucho más difícil que un país prospere a todos los niveles", añade.
A falta de conocer los resultados en el municipio oscense, Olga destaca que existen varios perfiles de votantes, "el que siempre vota a su partido, sea cual sea el candidato y el que cambia el voto". "En los pueblos, creo que la gente vota a la persona, pero sigue habiendo un porcentaje que no votaría al partido contrario a su ideología política", razona.
Sin tiempo para recuperarse desde las últimas elecciones municipales, los vecinos de Robres podrán volver a ejercer su derecho a voto y, sin necesidad de encuestas, el último resultado, la victoria del PP, superando en un concejal al PSOE, podría ser la mejor de las encuestas sobre lo que podría pasar el próximo 23 de julio. Mientras tanto, los analistas seguirán muy de cerca lo que termine pasando en un pueblo que se ha convertido en el oráculo de las elecciones generales.